Con unos  buenos hábitos de dieta e higiene del sueño es posible "engañar" en cierta manera  a nuestro cerebro para que no sufra la ansiedad que  pueda provocarnos el confinamiento, según advierten los expertos de la Universitat Oberta de Cataluña (UOC) Diego Redolar, neurocientífico, y Marta Ross, profesora de Ciencias de la Salud.

Estos días de incertidumbre  pueden afectar a nuestra calidad del sueño, que es una de señales externas más evidentes de que algo no va del todo bien en nuestro cuerpo. Hay que tener en cuenta que en estos momentos no estamos percibiendo señales externas de paso del tiempo "por eso hay que intentar darle esas señales de otro modo", explican.

Establecer rutinas durante nuestros días, no estar todo el día en pijama, hacer la cama, ducharnos, comer a las horas previstas,  hacer un poco de ejercicio y en la medida de lo posible, poner el despertador a la hora habitual, resulta de gran ayuda.

NO SALTARSE COMIDAS

También debemos ser rigurosos con nuestras comidas e insistir en los alimentos con menos grasas, desde fruta y verdura hasta pescados y carnes blancas.

Recomiendan los expertos tomar alimentos ricos en aminoacido de tritofano porque "ayudan a nuestro cuerpo a mejorar su capacidad de formar serotonina, un neurotransmisor que nos proporciona calma".

En ese grupo de alimentos están  el pollo, las aves, los huevos, la leche o el pescado azul, así como la alubia y los productos ricos en fibra.

UNA HERRAMIENTA CONTRA ESTRÉS;  LA RESPIRACIÓN

Además en nuestras manos tenenemos otra herramienta de gran ayuda que nos puede ayudar a aliviar estos días la sensación de ansidad y relajarnos; la respiración. Saber cómo controlarla para convertirla en nuestra aliada, es de gran importancia. "Gracias a ella podemos incidir sobre las constantes y actividad cerebral, de forma que ayudemos a calmar la mente y regeneremos nuestros  pensamientos", explica a cope.es  Lourdes Iniesta, coach de belleza y salud. 

Con los ejercicios de respiración que te mostramos en este vídeo, "también se ayuda al diafragma y a los pulmones, reduciendo el cansancio y la tensión, y se contribuye a  abrir la zona del tórax, lo que tonifica nuestro sistema nervioso".

¿CÓMO REALIZARLA?

No necesitas más que una silla y fuerza de voluntad. Es muy importante que la espalda esté recta. Iniesta aconseja realizarlo dos veces al día (20 respiraciones) por la mañana temprano y antes de acostarnos. También puedes ponerla en practica "en cualquier momento,  situación de estrés o agitación mental".

Y es que aunque no nos damos cuenta, "nuestra respiración se ve afectada por nuestros pensamientos" y viceversa "ella también influye en nuestros pensamientos".