Son uno de los dulces por excelencia de la Navidad. Sin turrones, roscones, mantecdos y por supuestos polvorones, estas fechas tan especiales no serían lo mismo. De chocolate, limón o canela, el mercado reinventa este dulce tradicional para acercarlo al gusto del consumidor.

La receta de los polvorones data del siglo XVI, en el convento de Santa Clara, pero no sería hasta el siglo XIX cuando la mujer de un transportista decidió un buen díadar salida a los que elaboraba en casa gracias a su marido que era transportista. No era una labor sencilla, la delicadeza del producto imposibilitaba manipularlo en exceso con lo que el transporte se tornaba una tarea complicada. Un problema que resolvió horneándolos con el fin de crear una capa exterior más dura y que aguantaran los viajes por unas carreteras bastante perjudicadas.

Los polvorones son un buen ejemplo de cómo con sólo cuatro humildes ingredientes es posible conseguir un producto delicioso. La clave eso sí, está en las "proporciones, la calidad de la materia prima y la mano del artesano", explica a cope.es Moncho López, copropietario de Levadura Madre que en este tutorial explica cómo preparar el polvorón de toda la vida, el tradicional:

INGREDIENTES

300 gramos de manteca de cerdo

300 gramos de azúcar glas

600 gramos de harina floja

200 gramos de almendra

PREPARACIÓN

Se tuesta el harina y la almendra en el horno a 180 grados cerca de 10 minutos. Se tamiza la harina ya horneada junto con el azúcar glas.

Se le añade ralladura de limón y una cucharada de canela. Se trocea la almendra y se liga con la manteca de cerdo. Se convierte en una masa tipo plastilina fácil de manipular.

Se divide la masa en piezas más o menos del mismo tamaño y se coloca cada una en una bandeja de horno para darles una rápida cocción.

Y por último, una vez fríos, se rebozan en azúcar glas y se envuelven de forma individual.