Un día después del fin de las mascarillas en interiores es hora de poner a punto nuestros labios. Tras casi dos años ocultando nuestro rostro, hemos dicho adiós a este complemento que nos ha acompañado durante 700 días.
La piel del labio cuenta con tres capas de células mientras que el resto de la piel del rostro cuenta hasta con 16 capas
Con el fin de las mascarillas, volvemos a descubrir la zona baja del rostro. Los labios vuelven a quedar expuestos y se volverán a llenar de color tras meses confinados tras la mascarilla. "La piel del labio cuenta con tres capas de células mientras que el resto de la piel del rostro cuenta hasta con 16 capas. Esto hace que los agentes externos afecten mucho más a la zona de los labios que al resto del rostro. También es una zona mucho más sensible porque no contiene ni melanina ni glándulas sebáceas que ayuden a regular y equilibrar. De ahí esa necesidad de hidratarlos de forma continuada", según explica la maquilladora profesional Cristina Lobato.
Al retirar la mascarilla vamos a evitar los dos agentes que hacen que el labio se deshidatate más:
1. Los cambios de temperatura: Con la mascarilla la temperatura corporal aumenta y toda esa zona genera una humedad que afecta mucho al labio en cuanto a deshidratación y aparición de granitos.
2. La fricción que genera la mascarilla sobre los labios.
RETOMA LA RUTINA
En la rutina de mañana, antes de maquillar los labios:
1. Aplica un producto nutritivo antes de comenzar con el maquillaje para que los labios se vayan nutriendo y queden perfectamente nutridos antes de aplicar el labial.
2. Después, utiliza un primer de labios que suavice, acondicione y prepare el labio para aplicar después el color.
En la rutina de noche:
1. Exfolia con exfoliantes específicos para labios o creando tu propio exfoliante casero. Mezcla manteca de karité pura con panela molida y consigues exfoliar a la vez que nutres y acondicionas el labio.
2. Aplica un bálsamo reparador que nutra bien el labio.
APUESTA POR EL ROJO
En el mercado existe una amplia variedad de tonalidades de rojo, muchas texturas y diferentes acabados. ¿Cómo acertar con tu rojo ideal?
– Pieles claras: los rojos que más favorecen son los que tienen una base naranja, que tiran a coral o a rojo intenso.
– Pieles oscuras: los rojos que mejor les van son los intensos con base violeta o cereza, por ejemplo, los burdeos o carmesí son los mejores aliados para potenciar su tono de piel.