Hasta hace nada, nuestro día a día estaba condicionado por el miedo al COVID. Por ejemplo, si la madre de un compañero de clase de tu hijo daba positivo, te echabas las manos a la cabeza. Por que si esa mujer lo tenía, “¿por qué no iba a tenerlo su hijo?” y a lo mejor, daba la casualidad de que ese niño es muy amigo de tu hijo y siempre en el recreo comparten bocadillo. “¿Tendrá mi hijo el COVID?” te preguntabas. “¿Lo tendré yo?”. Bueno pues parece que estas situaciones están cambiando con Omicron.
Desde los contagios masivos en Navidad, hemos pasado a hacernos nosotros mismos las pruebas en casa. Y si das positivo, te encierras durante 7 días (no diez como antes); y si tus familiares dan negativo, pueden seguir con sus vidas. Los casos son más leves gracias a la vacuna, de hecho seguro que has oído que esta variante se manifiesta más como un catarro. Bueno pues todo esto, unido a una serie de declaraciones como las de la Organización Mundial de la Salud nos hacen creer que el fin de la pandemia está cerca. Para que los ponedores conozcámos cuál es la situación tenemos al teléfono al doctor José Luis Pozo, microbiólogo e infectólogo de la Clínica Universitaria de Navarra.