Ya sabéis que esta temporada, cada miércoles, nuestro compañero Javier Herrero-Tejedor nos desmiente los bulos de la historia. Y, en esta ocasión, fija su mirada en la Armada Invencible.

Una de de las mayores batallas navales de la historia que acabó siendo uno de los mayores fracasos de la historia de España. Pero, Javier ha estado investigando y resulta que, en realidad, no sucedió, ni mucho menos, como se cuenta.

La historia comienza en 1588. En España reina Felipe II mientras que la monarca en Inglaterra es Isabel I. Son dos imperios enfrentados, ya no solo por la políca, sino por la religión que asume cada nación. En España reina el catolicismo mientras que Reino Unido ya ha abrazado el anglicanismo.

En este panorama, se sabe que los españoles estaban moviendo grandes cantidades de oro en sus navíos. Barcos que eran saqueados por piratas y corsarios, todo bajo las órdenes de la reina de Inglaterra.

Su mayor corsario, Francis Drake, era el encargado de capitanear a la Armada inglesa en la batalla que se iba a desatar. Pero antes de esto, también era el capitán de los navíos con los que Inglaterra nos robaba todo nuestro oro.

Sin embargo, el conflicto no se desata hasta que la reina protestante, Isabel I, manda decapitar a su prima, María Estuardo. Esto es visto por nuestro monarca, Felipe II, como un gran agravio ya no solo por el propio crimen en sí, sino también porque María era católica.

Por ese motivo, Felipe II decide conquistar Inglaterra y para ello se hace con la famosa Armada Invencible. Una armada que, como su propio nombre indica, en principio era imbatible. Pero, como siempre, encontró su talón de Aquiles.

Fueron los navíos ingleses los que conquistaron y vencieron a la Armada Invencible ayudados por una gran tormenta. Eso es cierto, pero no contentos con eso mandaron a la Contra Armada al año siguiente y, en esta ocasión, nosotros fuimos los vencedores. Un episodio de la historia que, lamentablemente, es bastante desconocido.