Sobre la 13:30h de la tarde del martes, la joyería del número 25 de la calle Ayala en el barrio de Salamanca de Madrid sufrió un atraco con rehenes. Javier Barrera, hijo del dueño y empleado del establecimiento, estaba tras el mostrador en el momento de los hechos. “Llevaba una máscara de látex para parecer un anciano, una boina y una mascarilla. Era casi imposible reconocerle. En las manos llevaba un maletín con el arma y un ramo de flores”, ha relatado en declaraciones a Mediodía COPE.

Como cuenta Javier, el hombre aseguró que quería hacer un regalo a su mujer y pidió que le enseñaran relojes. Después, pidió ver varias joyas y, cuando consiguió ver distintas piezas, empezó el atraco. Sacó un subfusil del maletín y amenazó con que iba a “matar a todos”. Avisaron a la policía enseguida porque tocaron “todos los sistemas de alarma”, cuando vieron que “algo raro pasaba”.

¿Y qué hicieron mientras llegaba la policía? Seguir el rollo al atracador: “Seguimos las órdenes que nos iba dando a punta de pistola y conseguimos que se metiera en las puertas de seguridad blindadas que tenemos”. Fue entonces cuando el delincuente empezó a golpear las puertas, “lo que hizo saltar cristales”. Uno de los trabajadores resultó herido por dichos cristales, y no por una bala en el pecho como se ha comentado en algunos medios.

El atracador ya está detenido. Se trata de un preso que estaba de permiso. Está condenado a 15 años de condena por delitos acumulados como robo con violencia, atraco o conducción temeraria como ha informado el jefe de Interior de la Cadena COPE, Juan Baño. Había cumplido la mitad de la condena y aprovechó sus últimas horas de permiso para cometer un nuevo atraco. Fruto de la pandemia, han cambiado ciertos aspectos en los permisos. Como ha explicado Juan Baño en Mediodía COPE, ahora se unen dos permisos de cuatro y cinco días cada uno para evitar que los presos tengan que hacer cuarentenas al volver a la cárcel.