Es 9 de octubre y un año más tarde vamos a volver a poner nuestra mirada en Sant Llorenç, Mallorca. Seguro que recordaras imágenes de las inundaciones que afectaron en gran parte a este municipio. La fuerte tormenta provocó que el caudal del torrente multiplicaba su nivel por siete en apenas 15 minutos. El agua llegó a alcanzar una velocidad que rondaba los 50 kilómetros por hora.

La peor consecuencia fue, sin duda, las 13 personas que perdieron la vida. También se cuantificaron daños materiales en más de 91 millones de euros y más de 300 rescates que llevaron a cabo los equipos de emergencia. Fueron unas horas de auténtica pesadilla para muchos vecinos, pero que también nos dejó una nota positiva: la oleada masiva de voluntarios. En total fueron más de 2000 los que se ofrecieron para realizar tareas de limpieza o cualquier tipo de ayuda.

Ángel Expósito trasladó La Linterna de COPE hasta Sant Llorenç para conocer de primera mano cuál era la situación. Seguramente solo los que estaban allí los que conocen el verdadero alcance de aquella tragedia.

En Mediodía COPE hemos hablado una de las protagonistas. Su nombre es Kika. Ella tiene dos hijos, uno de ellos tenía en aquel momento tan solo un mes: “Llovía mucho, más de cuatro horas, muchos relámpagos truenos, yo nunca imaginaba que podía pasar algo así, en la vida”, decía cuando le preguntábamos por aquella tormenta.

Uno de sus hijos, el de 7 años, no olvida lo sucedido y cada vez que hay precipitaciones se acuerda de lo sucedido hace un años: “No habla mucho del tema, lo lleve a un psicólogo, cuando llueve se pone muy nervioso”, explicaba su madre.

Para los vecinos, esta catástrofe fue un punto de inflexión: “Ahora estamos como más unidos, te paras a hablar con ellos, les preguntas, estamos más unidos que antes”, aseguraba Kika.