Okupan su casa durante cinco años en A Coruña y, cuando le dan permiso para echarles, el error de un desconocido se lo impide
Llegaron a embargar parte de la pensión de esta mujer gallega para hacer frente a los gastos de su inquiokupa

Vista interior de un piso okupado
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La okupación ilegal se ha convertido en los últimos años en un problema creciente en España y prácticamente ninguna comunidad se salva de sufrir las consecuencias. Galicia ha sido la última región en la que se ha producido un caso mediático relacionado con una okupa. Más concretamente, ha sucedido en Coruña. Allí, Pilar había encontrado un rayo de luz después de 5 años luchando por recuperar su piso, pero desgraciadamente, la historia no ha tenido un final feliz.
Todo comenzó cuando Pilar se dio cuenta de que su propia inquilina había decidido okupar el piso que le alquilaba en el barrio de Os Mallos. Desde ese momento, la lucha por recuperar su propiedad ha sido muy dura. Angustia, ansiedad, frustración... el camino se puso muy cuesta arriba, pero tras 5 años intensos recurriendo a la justicia, el lanzamiento había sido fijado para esta misma semana.

Pilar y Xaime da Pena, a las puertas de la vivienda okupada por la inquilina
Sin embargo, un percance hizo que todo se viniera abajo: el cerrajero encargado del caso llegaba tarde y el personal del juzgado encargado de supervisar el lanzamiento decidió suspender el desalojo. Finalmente, el cerrajero llegó unos minutos más tarde de lo previsto y Pilar no se podía creer lo que estaba pasando.
EL CERRAJERO LLEGÓ TARDE
Para conocer el principio de esta historia hay que remontarse al año 2019. Ese año alquiló su vivienda a una mujer marroquí con una hija de 11 años. Lo hizo por 370 euros al mes, que no es una cantidad muy elevada teniendo en cuenta los elevados precios que tiene hoy el alquiler en España. Un año después, en 2020, murió el marido de Pilar y entonces su inquilina directamente dejó de pagar.
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Desde entonces comenzó una larga batalla en los tribunales que parecía que terminaría este miércoles a las diez de la mañana con el desahucio. Sin embargo, ese desalojo no se ha producido porque el cerrajero al que se le encargó el caso se retrasó 6 minutos. Debido a ese error en la puntualidad del profesional, el personal del juzgado que supervisaba el lanzamiento decidió suspender el desahucio.
Pilar sufrió en ese momento una crisis de ansiedad por la que tuvo que ser atendida. Por suerte, ahora que ya ha pasado más de un día se encuentra algo mejor. El problema al que se enfrenta a partir de ahora es volver a conseguir una nueva fecha, pero ya ha asegurado que cuando llegue ese momento jamás volverá a alquilar su propiedad.
¿Y ahora qué?
Pilar es pensionista y las administraciones han llegado a embargarle parte de su pensión para pagar los recibos de agua o de la luz precisamente de la mujer que vive en su piso y que llegó a declararse vulnerable. Su inquiokupa acumula una deuda por imago durante estos 5 años que ronda los 30.000 euros.
A partir de ahora, la coruñesa tendrá que volver a esperar una nueva fecha por parte del juzgado su ciudad. El problema es que, tras 5 años esperando, el abogado defensor de la mujer gallega cree que el proceso podría llegar a retrasarse otros dos años y medio más, algo que él mismo ha reconocido que "no le había pasado nunca en todos sus años de carrera profesional" en declaraciones obtenidas por COPE Coruña.