Seguro que alguna vez has oído hablar de san Pablo, también conocido como Saulo. Era un ciudadano romano de religión judía, de Tarso, una importante ciudad de Asia Menor en el siglo primero que durante años, se dedicó a perseguir a los cristianos y a darles muerte, por no abrazar la fe judía. De hecho, participó en el asesinato de san Esteban, el primer mártir de la historia. Cuando viajaba camino de Damasco, en busca de más cristianos a los que apresar, se cayó del caballo, una expresión, la de "caerse del caballo", que ha quedado para la historia, y que se utiliza cuando alguien cambia repentinamente de opinión.

Ya en Damasco, san Pablo recuperó la vista y decidió dedicar su vida a dar a conocer a Cristo, especialmente entre aquellos que no eran judíos. Famosas son sus epístolas a diferentes pueblos de la época, como los gálatas o los corintios, a los que envío una carta que es muy utilizada en las bodas. Por ello, tiene el sobrenombre de “apóstol de los gentiles”, es decir, los que en la época eran considerados paganos.

Diecinueve siglos después, un sacerdote italiano, el beato Santiago Alberione, se inspiró en la figura de este apóstol para fundar la Sociedad de San Pablo, una congregación religiosa dedicada especialmente a la evangelización a través del mundo editorial: libros, revistas, música, cine. Los Paulinos están viviendo un proceso de renovación en todo el mundo. "El proceso de renovación lo venimos viviendo desde mayo-junio, que es cuando elegimos al nuevo superior general de la congregación. Nos estamos renovando también en la forma de comunicar, de pensar, de vivir y de presentar el Evangelio, en nuestro caso, estando más activos en redes sociales para llegar a los más alejados", ha dicho su superior provincial en España, el padre Miguel Carmen Hernández.