Los argentinos despiden hoy al hombre y al mito, Diego Armando Maradona. Y no son los únicos.

Desde todos los rincones, no solo desde la capilla ardiente, que está instalada en la Casa Rosada y por la que están pasando miles de aficionados, se rinde homenaje a Maradona.

Se le está recordando desde todos los rincones del mundo. El número 10 de su selección siempre tendrá dueño: Maradona.

Desde ayer, los principales homenajes se han centrado en Buenos Aires y Nápoles, donde el jugador argentino marcó época.

Pero en nuestro país hoy también le recuerdan con cariño en especial quienes pudieron disfrutar de él el tiempo que jugó en el Barcelona y en el Sevilla.

Es el caso de Luis Cuervas. En su casa, del tiempo que pudo disfrutar del pelusa, le queda una camiseta que el propio Maradona le mandó cuando él tenía 16 años. Hemos hablado con su hijo que tuvo una buena relación con Maradona en esa época, a pesar de su diferencia de edad. Nos ha contado que tiene ese recuerdo, la camiseta que le envío justo cuando se fue del Sevilla, guardado como un tesoro.

Respecto a los factores que influyeron para que el astro acabara en el Sevilla, Luis cuenta:“Mi padre era una persona a la que calificaban como un vendedor de ilusiones; y esa ilusión la trasladó al Sevilla, era un equipo hecho con un presupuesto bajísimo; aquel verano se le ocurrió reactivar a Maradona”.

Los aficionados sentían verdadero ferbor por el jugador, que reunía siempre a multitud de espectadores en los entrenamientos.

Según Luis atravesó varias etapas durante su estancia en el equipo. Venía de una situación denigrada en el Nápoles. Llegó y se involucró en el Sevilla, y lo hizo dispuesto a agradecer su participación en el fútbol español. Esa situación se fue deteriorando, apareció su peor faceta, y finalizó en la salida del equipo, tuvieron que rescindir el contrato.

Luis nos confiesa que justo ayer se encontraba buscando un marco para una foto del que fue su amigo. Un hecho que constata la presencia de Diego Armando Maradona en su casa.