La nueva Ley del Juego, que pasaba ayer su último trámite en el Consejo de Ministros, entrará en vigor dentro de seis meses. Será entonces cuando se pongan en marcha una serie de cambios que van a afectar tanto a los jugadores como a los agentes del sector, como pueden ser las casas de apuestas o las plataformas de juego online.

¿Y qué tipo de cambios nos encontramos en la ley?

Uno de los que más llama la atención es que las empresas tendrán que enviar un mensaje a los jugadores de aplicaciones online por cada hora que lleven jugando. En esta información sobre su conducta de juego se incluirá además las cantidades apostadas y las pérdidas que se han producido durante la sesión.

Otra clave de la Ley es que cualquier jugador debe establecer antes de iniciar una sesión de juego de azar el tiempo y el dinero máximo que va a dedicar. Además esa persona va a tener la posibilidad de establecer una restricción para sesiones futuras. Y una vez se cumpla ese tiempo la sesión del juego finaliza automáticamente.

Otro cambio importante. Los jugadores van a tener derecho a recibir informes mensuales de su actividad con cada operadora de juego en al que esté registrado. A modo factura de la luz en este informe una persona podrá ver el número de veces que ha accedido a la plataforma, lo que ha ganado y perdido y el balance de lo que lleva gastado.

Y ¿qué pasa con aquellos cuyo nivel de gasto vaya en aumento? Bueno se va a catalogar a los consumidores según lo que gasten. Se les va a considerar de riesgo, podríamos decir así, a todos aquellos menores de 25 años que tengan pérdidas de más de 200 euros durante tres semanas seguidas. El límite serán 600 euros si tienen más de 25 años.

En esta categoría de haber estado en marcha esta Ley antes habría figurado Juan Carlos Gallego que contaba enMediodía COPEcomo vas justificando el gasto diario: "al final llegas a jugar por 500, 1.000 euros diarios te dices que los vas a recuperar".

Juan Carlos tenía una vida cómoda, un trabajo como empleado de banca, mujer, dos hijas, pero con 50 años las apuestas deportivas se cruzan en su vida, y... "puedes tener mil excusas y al final te refugias en algo que crees que te va a dar dinero".

Todo empezó con una Quiniela, la que siempre vio en su casa de pequeño y, poco a poco, se enganchó a eso de apostar por un equipo u otro, a la sensación de querer más y a la posibilidad de ganar más dinero, aunque falta no le hacía y lo que empezó siendo un juego, una pequeña apuesta, primero de 10, luego de 50 euros..., acabó suponiendo un gasto para su familia de 1.000 euros un día sí y otro también.

Cuando Juan Carlos se dio cuenta al cabo de un año de que se había gastado sus ahorros y que su adicción comprometía ya el día a día de su familia fue cuando se lo contó a su mujer. Juntos acudieron a la asociación APAL que hoy preside y a partir de ahí empezó su largo camino de más de dos años para decir que el juego en su vida es historia.

Un camino nada fácil porque supone cambiar de hábitos, costumbres y hasta apartar una de sus pasiones, el deporte.

Enganchados al juego muy jóvenes: entre 25 y 35 años

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A APAL, cada día llega una persona a pedir ayuda porque tiene problemas relacionados con el juego. La mayoría de los que acuden en los últimos años son chicos entre 25 y 35 años y algunos de ellos arrastran ya deudas de 20.000, 30.000 o 40.000 euros. Por eso tiene muy claro que el trabajo debe comenzar con la concienciación a edades tempranas.

Juan Carlos era hasta hace 7 años lo que la Nueva Ley del Juego considerará un gran jugador.

Los operadores deberán tener un registro de estas personas para notificarles su situación, enviarles esos informes mensuales de gasto e incluso les pueden impedir registrar su tarjeta.También deben facilitar su acceso a los registros de autoexclusión que impiden que puedas jugar o acceder a cualquier bingo o casino, por ejemplo.

Y ¿qué pasa si las empresas no hacen por cumplir estas normas? Pues que las multas pueden alcanzar los 50 millones de euros.