No es algo nuevo, ni la primera vez que una universidad entra en el foco mediático por actos que van mas allá de los académicos. En este caso, por protestas, escraches, como el vivido este martes en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando iba a recoger el título de 'alumna ilustre'.

También la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha recordado en 'Herrera en COPE' el escrache que sufrió cuando estaba embarazada, unos días antes de dar a luz. “Creo que empece a sentir una contracción. Un tipo se me tiró a los pies para que me tropezase", ha asegurado.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso cree que “hace 20 años que esto se veía venir. Esto no solo ha cambiado, sino que ha crecido”. Así se lo contaba a Ángel Expósito en La Linterna de COPE.

¿HAY MÁS ODIO ENTRE LOS JÓVENES?

En Mediodía COPE, nos preguntamos si esto es realmente así. ¿Hay un factor de radicalización, especialmente, entre los jóvenes? “No generalizaria", cuenta José Manuel Robles, doctor en Sociologia y profesor de la Universidad Complutense.

A su juicio, estas protestas son un "síntoma", "un indicio inequívoco de una sociedad que, cada vez, está más fragmentada, más polarizada y esto supone un peligro para la salud democratica".

Robles defiende que "cuando alguien no puede expresar lo que quiere de forma libre, de forma sosegada, significa que no estamos escuchando al de enfrente, y si eso pasa, estamos socavando un pilar de la democracia".

Este sociólogo alerta de los peligros de la polarización, que calan, sobre todo, entre las personas con menos capacidad crítica. "Si uno es una persona moderada y piensa, es capaz de ponerse en un lugar de otros".

Ésta es la clave, en su opinión, que se está perdiendo. "Quienes tienen una posición polarizada, tiene que ver con que son más ireflexivos, y eso pasa cada vez mas en nuestra sociedad. Tendemos a buscar el amparo de los que piensan como uno para no ser reflexivos y enfrentarnos a la complejidad que conlleva la realidad", explica.

Sin embargo, niega que esto sea un asunto que afecte solo a los jóvenes o a los estudiantes universitarios. "Debemos huir de la idea que los jóvenes por el hecho de ser jóvenes tienen unas características concretas. Somos lo que somos por la sociedad en la que vivimos. Vivimos en una sociedad así en la que una parte no quiere escuchar lo que dice la otra", concluye.

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