‘Casa Santa Teresa’, un refugio de inclusión y cuidados para personas con discapacidad: “Cada gesto de cariño es una forma de sanar y acompañar”
En 'Mediodía COPE' nos acercamos al trabajo que realiza este centro, situado en pleno centro de Madrid, cuyo propósito es fomentar la inclusión laboral de personas adultas con discapacidad

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Muy cerca de Plaza Castilla, en pleno centro de Madrid, existe un rincón donde el ruido de la ciudad parece desvanecerse al cruzar la puerta. Se trata de la 'Casa Santa Teresa', un lugar donde reinan el silencio y la serenidad. Conocida entre los vecinos como “la casa de las monjas de los abrazos”, es el hogar de las Hijas de Santa María de la Providencia. Cada día, estas religiosas acogen y cuidan con cariño a 35 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo.
La mayoría conoce este lugar acogedor como 'La casa de las monjas de los abrazos'. Más que un centro asistencial, es un hogar. Un espacio donde se cultivan la autonomía, la alegría y la inclusión a través de talleres, acompañamiento espiritual y apoyo integral. En 'Mediodía COPE' hemos querido conocemos la labor de este centro ubicado en el corazón de la ciudad que tiene como objetivo la inclusión laboral de adultos con discapacidad.
"Nosotras no atendemos a números ni a diagnósticos, sino a personas", explica con dulzura Sor Luisa, responsable de la congregación en la casa. "El verdadero centro de esta misión es el corazón. Aquí cada persona es acogida tal y como es, con sus tiempos, sus heridas y sus capacidades. El amor es lo que transforma".
atención personalizada
El carisma de la congregación es el cariño y la cercanía y también llevan por bandera un lema que proviene de su fundador, el sacerdote italiano Luis Guanella: "Hacer siempre el bien, bien hecho y hacerlo bien hasta el final".
La labor diaria se articula en torno a un programa de atención personalizada que incluye formación, talleres ocupacionales, apoyo emocional y espacios de convivencia. A eso se suma el ambiente de familia que se respira en cada rincón del edificio. "Aquí abrazamos mucho", confiesa entre risas Maya Sánchez, directora del centro. "De ahí viene el nombre con el que nos conocen en el barrio. Para nosotros, cada gesto de cariño es una herramienta terapéutica y humana".

Casa Santa Teresa, un oasis de ternura en medio de la ciudad
"un faro de humanidad"
La implicación del equipo va más allá de lo profesional. Maya habla con admiración de quienes forman parte de la casa: "Las personas que vienen aquí nos enseñan a mirar la vida con otros ojos. Son fuente de esperanza y de una sensibilidad que no se aprende en ningún libro".
En un momento en el que las grandes ciudades tienden a la despersonalización, la Casa Santa Teresa se convierte en un faro de humanidad. "La Providencia actúa en lo sencillo", afirma Sor Luisa. "Y esta casa es testimonio de que, con fe y entrega, se puede construir un mundo más amable".
La Casa Santa Teresa es un remanso de paz y cariño en pleno corazón de la ciudad, un lugar donde, a través de cada abrazo, se percibe la presencia de Dios en la vida diaria de quienes allí habitan y entregan su trabajo con amor.