Este fin de semana se va a entregar el Premio Mundo Negro a la Fraternidad, con el que los Misioneros Combonianos reconocen a las personas más comprometidas con los derechos humanos en África. En esta ocasión, recogerá el galardón en Madrid el párroco de Kariobangi, una barriada pobre de la ciudad de Nairobi, capital de Kenia. Se llama Andrew Wanyohi y es uno de los cinco misioneros de la congregación de los Combonianos que están allí presentes. Llegó hace 5 años a este destino y quedó muy impresionado.

Nairobi es un ejemplo de ciudad con grandes desigualdades. El 60% de la población se concentra en el 5% del territorio. Es uno de los problemas de la barriada de Kariobangi, en la que hay 110.000 personas que viven literalmente apiñadas y donde es muy habitual que todos los miembros de una familia vivan y convivan en una misma habitación de 6 metros cuadrados. El padre Andrew Wanyohi y el resto de los misioneros de su parroquia ayudan desde 1974 a todos los vecinos de este núcleo urbano, sin importar sus creencias religiosas. Y es que solo el 18% son católicos.

El programa más ambicioso de los que se llevan a cabo en esta parroquia lleva por nombre 'Napenda Kuishi' (“Quiero Vivir” en suajili). En él, los misioneros Combonianos se dedican a la reinserción social de jóvenes entre 15 y 18 años que se encuentran en la marginalidad, entre basuras, en el vertedero de Dándora, el más grande de África Oriental. Allí, estos chicos pasan el día rebuscando entre los desechos. Ahora mismo, hay unos 80 inmersos en este proyecto de tres fases que tiene como objetivo final que aprendan un oficio a través de un curso de formación profesional.

Este sábado será cuando el padre Andrew recoja en Madrid el premio Mundo Negro a la Fraternidad en nombre de toda su parroquia. Un galardón dotado con 10.000 euros que serán destinados a seguir desarrollando todos estos proyectos.