Este jueves a las 10 de la mañana ha tenido lugar un acto para recordar a las víctimas de las Ramblas y Cambrils. Se han guardado seis minutos de silencio, uno por cada año "de abandono y olvido" que las víctimas y afectados denuncian haber sufrido por parte de la "inmensa mayoría de los representantes políticos", tal y como han leído en el manifiesto que han leído.

Al acto han acudido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la presidenta del Parlament, Anna Erra; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; y la alcaldesa de Ripoll, localidad de donde procedían la mayoría de los terroristas, Silvia Orriols; entre otras autoridades.

Hace justo 6 años que los artífices del atentado acabaron con la vida de 16 personas, incluyendo dos niños de tres y siete años, además de otros 131 heridos.

Eran cerca de las cinco de la tarde de una calurosa tarde de agosto de 2017. En Cataluña se respiraba la tensión política que acabaría por poner en marcha el proceso independentistaunas semanas después. En medio de aquello, irrumpió el sobresalto y el terror.

Asuntos por esclarecer

Este año ha destacado la tranquilidad, ya que el homenaje que tuvo lugar en 2022 estuvo marcado por la presencia de un grupo de independentistas radicales, que intentaron boicotear el acto de recuerdo a las víctimas. Denunciaban que se debía esclarecer si el CNI tenía algún vínculo con el imán de Ripoll, cerebro de los atentados.

Precisamente este jueves, el PSOE y grupos independentistas como Junts, han alcanzado un acuerdo en el que han incluido el compromiso de poner en marcha una comisión de investigación en el Congreso sobre la actuación policial.

También hay polémica en torno al suceso de la noche anterior, cuando una casa en la localidad de Alcanar saltó por los aires. Era el centro de operaciones de los terroristas, que se vieron sorprendidos por la explosión accidental mientras preparaban los atentados.

Sin embargo, la descoordinación entre los cuerpos policiales por discusiones políticas dejó vía libre a los terroristas. Por ejemplo, la Guardia Civil acusó a los Mossos de no dejarles investigar lo sucedido. Todo esto impulsó a los yihadistas a cometer el trágico atropello del día siguiente.

El posterior refuerzo de seguridad

Hay que añadir que Barcelona había recibido varios avisos internacionales que recomendaban reforzar la seguridad en las Ramblas. Únicamente después de lo acontecido fue cuando la ciudad se llenó de barreras. 12 bolardos y 15 bancos de cemento impedirían en la actualidad el paso de la furgoneta. Igualmente, en otros puntos como la Sagrada Familia, se ha llenado de estos elementos.

Pese a ello, hay división de opiniones entre los vecinos. Por un lado, Juanma, un kiosquero al inicio de la Rambla, alega sentirse más seguro. Otros como Juan, creen que es insuficiente y fruto del espectáculo político. No son las únicas medidas, ya que se ha dotado de un mayor número de efectivos policiales a las zonas de gran aglomeración, que están formados en detección del radicalismo.

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El año pasado, una sentencia de la Audiencia Nacional condenó a 43 y 36 años de prisión a dos miembros de la célula de los atentados de Cataluña. Pero decretó la absolución de otros 16 acusados por los asesinatos. La sentencia indicó que ninguno tuvo conocimiento ni participación del acontecimiento.