

"Igual ha llegado el momento de explicar a esta gente que ni sus formas ni sus apreciaciones son pertinentes en el Congreso de los Diputados"
Escucha el monólogo de Pilar García de la Granja del martes 18 de noviembre
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Han bajado las temperaturas, ¿lo has notado, verdad? Pues a partir de ahora llega el frío y es el momento de encender calefacciones y chimeneas.
Quiero que escuches esto. Es solo un ejemplo del nivel de la izquierda a lo largo de los últimos años contra líderes populares. "Asesinos, homicidas...", cualquier descalificativo es pertinente para esta gente experta en hacer carnicería visceral da igual la decisión política o la tragedia. Siempre que hay una víctima aquí llegan los victimarios.
Sí, esta izquierda grotesca, maleducada e hiperventilada llegó a llamar asesino a Rajoy por un perro. Era cuando había que montar un escándalo nacional por una persona contagiada de ébola, que resulta que era enfermera y que tenía un perro al que se sacrificó. La enferma cuidaba a un cura misionero enfermo que fue trasladado a España desde Liberia. Un español enfermo en el extranjero que repatrió el Gobierno de Rajoy, igualito que el español muerto en Tailandia que, por supuesto, no repatrió el Gobierno de Sánchez, porque para este Gobierno solo hay unos personajes que repatriar, por ejemplo, los turistas activistas de la flotilla liderada por Ada Colau contra Israel.
Pablo Iglesias Turrión, entonces vicepresidente del Gobierno haciéndose cargo de las residencias y los servicios sociales durante la pandemia de la Covid.
Aquella que solo nos iba a dejar un caso o dos, según el Gobierno, y que mutó en miles de muertos, en corrupción de mascarillas, de EPIs, en corrupción de miembros del Gobierno y del Partido Socialista. Si utilizamos su regla de tres, el responsable primero de las muertes en residencias fue el Gobierno de España y dos ministerios, especificamente, Sanidad con Illa e Iglesias como ministro de Derechos Sociales y agenda 2030.
Y a la agenda 2030 quería llegar yo. Esa que nos explica que el cambio climático nos lleva a temporales extremos de lluvias intensas o sequías pertinaces. Eso que, sin Agenda 2030, el Gobierno de Aznar quiso paliar 20 años antes con el Plan Hidrológico Nacional, con financiación integral por parte de la UE. ¿Y qué pasó? Pues que parte del Plan incluía desviar agua del Ebro y con los nacionalistas aragoneses e independentistas catalanes se topó Zapatero.
Y se derogó el plan.
Y podríamos decir que “de aquellos polvos, estos lodos”. Es más, el Gobierno acaba de aprobar el plan para mejorar el Barranco del Poyo, ese que no se podía limpiar porque los verdes defendían 4 malas hierbas autóctonas y que dejaron 200 muertos en la Dana.
Mazón ha dimitido, como dimitió Barberá, como enjuiciaron a Francisco Camps por 3 trajes en 169 portadas del mismo medio de comunicación y fue exonerado.
Igual ha llegado el momento de explicar a esta gente que ni sus formas ni sus apreciaciones son pertinentes en el Congreso de los Diputados de la España que queremos. Basta ya".



