Ana Hernández, que ha destapado un supuesto caso de corrupción en el CNIO, revela las presiones que ha recibido en 'Mediodía COPE'
La científica descubrió el desvío de 25 millones de euros que tenían que haberse dedicado a la lucha contra el cáncer

Ana Hernandez, la investigadora que destapó las irregularidades en el CNIO
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Ana Hernández, ha desvelado a Pilar García de la Granja en 'Mediodía COPE' los detalles de cómo destapó el desvío de 25 millones de euros que durante casi 20 años deberían haberse destinado a la investigación contra el cáncer. Este dinero, según la denuncia, acabó en un entramado de empresas afines, antiguos altos cargos y extrabajadores del centro.
El origen de la investigación
Hernández, que se define como "científica, no economista ni abogada", comenzó su investigación en 2018. Tras acceder a la presidencia del comité de empresa para gestionar la estabilización laboral de 77 compañeros, se encontró con datos llamativos en el portal de transparencia. "Al revisar, pues, el portal de transparencia, me resultaron llamativos los datos que me encontré", ha explicado.
La científica detectó "adjudicaciones repetitivas entre las mismas empresas" por un importe que rozaba el límite legal que obliga a un control más exhaustivo, fijado en 50.000 euros. Estas adjudicaciones a empresas sumaban una gran cantidad de dinero para servicios como ferretería y obras que, según ha afirmado, no veía "por ningún sitio".
Años de avisos ignorados
Ante sus sospechas, la investigadora comunicó la situación a sus superiores. "Yo se lo comunico a María Blasco", la entonces directora, de quien asegura que "ha estado desde el inicio intentando poner una solución". Posteriormente, en septiembre de 2018, se reunió con el secretario general de política científica, escribió al entonces ministro Pedro Duque y se reunió con la directora del Instituto de Salud Carlos III, sin que se produjeran movimientos. "Yo lo único que pedía es que se investigase", ha insistido.
El escándalo, que implica también al exgerente Juan Arroyo Muñoz, era conocido por el Ministerio de Ciencia, actualmente dirigido por Diana Morant, pero no se actuó hasta enero, cuando el patronato del CNIO destituyó a Blasco y Arroyo sin dar explicaciones públicas, tras una filtración en prensa sobre el presunto uso de casi 3 millones de euros en obras de arte.
Las consecuencias de la denuncia
Destapar la trama ha tenido un alto coste personal y profesional para Ana Hernández. "Sí, sí ha tenido consecuencias. Tuve que acabar poniendo una denuncia en la policía nacional, hice una asamblea y se lo comuniqué, lo que me estaba pasando a todos los trabajadores, pues para hacerlo público, porque, bueno, pues tenía miedo", ha confesado. A pesar de todo, se mantiene firme: "En mi caso, los principios pesan más que el miedo".
Finalmente, la investigadora ha querido defender el trabajo de la institución y sus compañeros. "En este centro trabajamos 500 personas. El trabajo que se hace es increíble", ha subrayado, pidiendo que no se manche la imagen de una entidad fundamental en la investigación oncológica por la actuación de unos pocos. "A mí no me gusta que se dañe la imagen del centro, quiero que se tenga en cuenta a todos los trabajadores que dedican su día y su esfuerzo a la investigación oncológica", ha concluido.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



