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Bienvenido a Mediodía Cope. Las estadísticas son terribles. Desde que comenzaron a registrarse, en 2003, 1.118 mujeres han sido asesinadas en nuestro país por sus parejas o ex parejas. En lo que llevamos de año ya son 37.

Es un tipo de violencia casi siempre invisible, de puertas adentro. El hombre controla el tiempo de la mujer, su vestimenta, su móvil, lo que hace, con quién habla y la castiga, en el mejor de los casos, con insultos e indiferencia, y, en el peor, con amenazas y golpes.

Un infierno por el que tienen que pasar muchas mujeres que caen en un pozo de sumisión que las anula por completo. Pero es un pozo del que se puede salir. No es fácil, por miedo, por los hijos o porque no tienen independencia económica, pero se puede salir.

Lo sabe bien una de las víctimas con la que hemos hablado en COPE. No quiere que hagamos público su nombre, quiere mantener su anonimato y nos lo ha contado escondiéndose de sus compañeros de trabajo para que no sepan el calvario que ha tenido que vivir.

Hoy es una superviviente. Una de las 6.000 mujeres a las que ha ayudado la Fundación Integra, dedicada principalmente a integrarlas en el mercado laboral. Y hoy no sólo tiene trabajo, también estudia una carrera.

Las mujeres que llegan a esa Fundación lo hacen hundidas, muchas sin nada, con la autoestima por los suelos. Pero en cuanto salen de ese infierno son otras, como nos ha contado Rosa, una de las responsables de Integra.

El camino es duro, hablamos en muchos casos de años y años de maltrato, pero el mensaje tiene que ser que se puede salir. Y un primer paso que cuesta mucho dar, pero es el que abre la puerta a una nueva vida es pedir ayuda.

Este año el 016 -el teléfono para todas las víctimas que necesiten ayuda o apoyo psicológico o jurídico - ha recibido un 50% más de llamadas que en el mismo periodo del año anterior. Es un teléfono que no deja rastro.

Y no podemos olvidarnos de otras víctimas también de la violencia de género: los hijos. Este año, cinco niños han sido asesinados, víctimas también de esta violencia que deja, además, 24 huérfanos.

Una situación que conoce bien Joshua Alonso, que ayer recibia uno de los reconocimientos del Ministerio de Igualdad con motivo de este 25N, Día contra la Violencia Machista. Joshua perdió a su madre en 2017, fue asesinada por su expareja en Pontevedra.

Joshua por aquel entonces tenía 27 años. Su hermano, Igor, sólo 9. Desde entonces es él es quien se encarga del pequeño. Pide que los huérfanos no sean los olvidados de la lucha contra la violencia machista y más apoyo y acompañamiento para que estos episodios tan terribles dejen la menor huella posible en sus vidas.

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