Austria declara el confinamiento total para toda su población a partir del lunes. Nueve millones de personas se verán afectadas por esta medida que se ha tomado cuando el país ronda una tasa de incidencia que roza los 1.700 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Para hacernos una idea, en España tenemos ahora mismo una tasa de 104 casos en las últimas dos semanas. Lo de Austria son 1.600 puntos por encima. Es una barbaridad a estas alturas...

Como lo es también que la tasa de mortalidad por Covid-19 sea un 66% más alta en Austria que en el resto de la Unión Europea. Así que el gobierno de Austria ha cortado por lo sano. Al menos durante diez días, los estudiantes tendrán que volver a la educación en casa, los restaurantes cerrarán y los eventos culturales quedan cancelados.

A los diez días, el Gobierno austriaco revisará esta medida y si han mejorado las cifras solo tendrán que quedarse en casa los no vacunados. Si las cifras siguen igual, el confinamiento general se extenderá diez días más.

¿Qué está pasando? Desde el Ejecutivo austriaco atribuyen sus malas cifras del Covid-19 a que sólo un 65% de la población se ha vacunado. Dicho de otra manera, en Austria, hay unos dos millones de ciudadanos que no se han querido poner las dosis. Por eso, la otra gran medida anunciada es la vacunación obligatoria a partir del 1 de febrero. Es el primer país de la Unión Europea que adopta esta medida drástica y abre todo un precedente jurídico para el futuro.

A ver cómo reacciona el derecho comunitario, porque lo de la vacunación obligatoria es un debate que sigue sin cerrarse. Aquí, en España, el dilema todavía es otro, afortunadamente. Las cifras de contagios suben, pero de forma contenida. Lo mismo ocurre con el dato de hospitalización. Hoy, Sanidad asegura que el 60% de los pacientes en la UCI por Covid-19, no están vacunados.

Con los contagios al alza y a las puertas de la etapa navideña, aquí de lo que hablamos es de extender el uso del pasaporte Covid para entrar en espacios públicos. Galicia es la comunidad más avanzada en este sentido. Hoy ha recibido luz verde judicial para pedir el certificado Covid, también a quienes visiten a los pacientes en hospitales. Galicia ya lo solicita en restauración y ocio nocturno.

En Cataluña y Baleares, ese documento se pide para acceder a discotecas y bares de copas. Otras regiones como Navarra y País Vasco están ya siguiendo esta misma senda. Que habrá una nueva ola parece inevitable, la gran cuestión es si hemos aprendido a contenerla.