Han pasado 15 años, pero el recuerdo sigue intacto. España vivió el peor atentado terrorista de su historia, y eso lo cambió todo. Sobre todo para las familias de los 192 asesinados y para los casi 1.800 heridos, que a las secuelas físicas han unido la lucha psicológica de quien se siente culpable por sobrevivir a una tragedia como esta. Aquella mañana, veinte minutos antes de las 8, tres bombas estallaban en un tren que llegaba a Atocha, después lo hacían otras 7 en diferentes convoyes. Aquello desató imágenes muy dolorosas pero también una solidaridad sin precedentes. Aquella masacre fue un golpe muy doloroso que nos hará recordar toda la vida dónde estábamos aquel 11 de marzo de 2004.

Aquel ataque terrorista agitó el tablero político a tres días de unas elecciones generales. Entre los procesados, los terroristas Zougam y El Gnaoui fueron condenados a casi 45.000 años de cárcel como autores materiales, y el ex minero Trashorras a casi 35.000 por suministrar los explosivos. El 11-M es un caso judicialmente resuelto pero no cerrado, porque, para empezar, seguimos sin saber quién fue el autor intelectual. En seguida vamos a estar en los lugares de homenaje y analizaremos cómo hemos cambiado a raíz de esa traumática experiencia, por ejemplo, en nuestra manera de luchar contra el yihadismo extendido en occidente a lo largo de esta década.

Y de ello saben mucho, por desgracia, en Siria, un país devastado tras 8 años de guerra civil que deja 350.000 muertos oficiales, aunque la cifra podría llegar al medio millón. Siria se convirtió en un avispero, en un escenario de juego entre potencias internacionales. La mitad del país ha sido arrasado. Expósito y su equipo han estado en Homs, han visto in situ la desolación y han recogido testimonios que puedes ver y escuchar en www.cope.es, y en torno a ellos girará 'La Linterna' de esta tarde.