Queda visto para sentencia el juicio por el accidente del Alvia en el que murieron 80 personas

Madrid - Publicado el - Actualizado
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El maquinista Francisco Garzón y el exdirector de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, han renunciado a su derecho a declarar en la última sesión del juicio del Alvia, un proceso que trata de determinar la responsabilidad penal por el accidente ocurrido en julio de 2013 en Angrois, a las afueras de Santiago de Compostela.
La jueza encargada del proceso, María Elena Fernández Currás, ha dejado el caso visto para sentencia, después de 8 meses de proceso, con la lectura de las conclusiones finales de las defensas de los acusados.
Antes de despedir a todos los letrados, la magistrada ha afirmado que espera "estar a la altura" a la hora de redactar la sentencia, que según fuentes judiciales podría estar lista incluso para la próxima primavera y no en la recta final de este año.
En el accidente fallecieron 80 personas y resultaron heridas otras 145. En el banquillo de los acusados se han sentado tanto el maquinista como el exdirector de seguridad en la circulación del Adif. Para ambos piden cuatro años de cárcel por 80 delitos de homicidio imprudente y 145 delitos de lesiones por imprudencia profesional grave.
El maquinista, una víctima más
Manuel Prieto, abogado defensor de Francisco José Garzón Amo, el maquinista del Alvia accidentado en julio de 2013 en Santiago, ha señalado que el maquinista es "una víctima más" y que en ningún caso es responsable de la "negligencia" de Adif, que con su "relato" pretende evadir sus "responsabilidades" en la tragedia.
El letrado Manuel Prieto está exponiendo en la última jornada del juicio del Alvia, que comenzó el pasado mes de octubre, su informe de conclusiones finales. Durante su extensa intervención ha asegurado que la responsabilidad de Garzón no constituye un delito y que es Adif quien debe responder penalmente por omisión de funciones al no garantizar la seguridad en la línea.
El abogado se ha opuesto, por tanto, a las acusaciones y a las penas solicitadas por la Fiscalía y por algunas acusaciones particulares contra Garzón y ha afirmado que durante todo el proceso se ha seguido una "línea coherente y real" en la que queda demostrado que el maquinista es una víctima más del siniestro.
Además, ha acusado a Adif de "retorcer" el relato y ha alegado que la falta de análisis de riesgos y su mitigación, de limitación de velocidad, de protección del tren en la curva y el deficiente cuadro de velocidades máximas, así como una incompleta formación y la inexistencia de procedimientos de trabajo fueron las causas que motivaron el descarrilamiento que causó 80 muertes.



