La explosión que ha destruido este miércoles un edificio de la calle Toledo de Madrid, que ha dejado al menos tres fallecidos, podría haberse originado por la revisión de una caldera que estaba estropeada. Ángel, que conoce muy bien este edificio que pertenece a la parroquia Virgen de la Paloma, ha asegurado que un operario se encontraba arreglando dicha caldera en el momento de la explosión. El trabajador ha terminado por fallecer también.

Durante su intervención en el programa "La Tarde" de COPE, Ángel ha señalado que las plantas cuatro y cinco del edificio están destinadas a viviendas para los sacerdotes. Cada vivienda cuenta una caldera propia. Uno de los sacerdotes había advertido de un problema técnico con su caldera y había solicitado la revisión de la misma. Según Ángel, todo parece indicar que durante el arreglo de esa caldera se habría producido la potente explosión de gas que ha destruido el edificio y ha dañado también los colindantes.

"En el momento de la explosión, el sacerdote y el trabajador estaban juntos. El sacerdote ha aparecido, pero de momento no sabemos nada del operario", ha dicho Ángel. Esta persona es familiar suyo. Finalmente se ha confirmado la muerte del trabajador.

Ángel, que acude habitualmente a esta parroquia, ha asegurado que la tragedia podría haber sido peor si se hubiera producido por la tarde. "Muchos días pueden reunirse hasta cien personas en lugares diferentes del edificio. En otro momento podría haber sido una desgracia", ha concluido.

La Policía Nacional descarta un artefacto explosivo o un atentado como causa de la deflagración. Por tanto, las primeras hipótesis apuntan que la explosión se ha producido "de dentro hacia afuera y también considera que el problema se debió a una caldera del inmueble que en ese momento estaba siendo revisado y explotó. Luego, como consecuencia del gas almacenado se produjo una segunda deflagración, la más importante.