La surrealista Nochevieja que inspiró a Goyo Jiménez para el papel de su última película: "Alargamos las uvas"

Goyo Jiménez vuelve a la gran pantalla con Sujétame el cubata, una comedia de enredos que, más allá de las risas, es "un homenaje a los bares donde se forjó el humor que hoy llena los teatros".

El humorista recuerda cómo el germen de la película está en esa época no tan lejana en la que los monologuistas actuaban en locales pequeños "en los que, antes de entrar, nos miraban a ver si llevábamos armas. Y si no llevábamos, nos daban una para poder defendernos", confiesa riendo.

El guion, escrito por José Juan Vaquero y Carolina Noriega, nace de ese espíritu. "Es un homenaje a todos esos años de batalla y por eso gran parte de la profesión se ha prestado a hacer cameos. Menos yo, que voy cobrando porque hago un personaje, no de mí", asegura Jiménez.

En la película, el manchego interpreta, según cuenta, al personaje que más se distancia de su propio mundo y del teatro: "Hago del tío que odia a los cómicos y los monólogos, es decir, del que piensa que son todos gentuza y unos alcohólicos y drogadictos que se drogan con cocaína y 'fentalino'".

El humorista recuerda, además, una anécdota muy especial del rodaje: "Hay un momento en el que improviso desde el personaje y la niña, que es un encanto, me dice: '¿Y si yo hiciera monólogos de españoles?' Y le respondo: 'No, que los españoles tienen muy poco sentido del humor'. Ella insiste: '¿Y de americanos?' Y le digo: 'Ni se te ocurra, no va a funcionar'".

 Un cuñado entrañable

A la hora de construir su personaje, Goyo asegura haberse inspirado en una figura universal: "Dicen en el póker que si llevas cinco minutos sentado a la mesa y todavía no sabes quién es el primo, es que eres tú. Pues con los cuñados pasa lo mismo. Si no sabes quién es, es que eres tú".

"Yo soy muy tiquismiquis y esta faceta mía me ha venido muy bien para construir el personaje porque en los momentos de tensión tampoco puedo evitar corregir", reconoce. Entre las escenas más divertidas, recuerda una junto a Patricia Conde, que hace de su mujer: "Ella me enseña un satisfyer —a lo que yo llamo 'air fryer' en la película porque me confundo por ir de listo—, y me dice, 'Ponte las pilas o se las pongo a esto'. Y yo le respondo 'Ese no va con pilas, va con USB'. Es ese tipo de personaje que hasta cuando se está jugando su matrimonio no puede evitar tocar las narices".

UNA ANÉCDOTA DIGNA DE PELÍCULA

Goyo recuerda una anécdota que podría haber ambientado una secuencia de Sujétame el cubata: "Una Nochevieja estaba con un amigo en Albacete, teníamos una compañía de teatro y una furgoneta vieja, y dijimos: 'A que no los hay a irnos a Madrid a pasar la Nochevieja allí'. Llegamos a la Gran Vía, aparcamos y nos comimos las uvas en la Puerta del Sol. A la mañana siguiente dijimos: ‘A que no los hay a irnos mañana a Zaragoza’. Y al día siguiente fue: 'a que no los hay a…' Y así llegamos hasta Italia y terminamos volviendo el 9 de enero. Se nos alargaron las uvas".

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La cinta, que se estrena hoy promete ser una de las comedias más frescas del otoño el monologuista recomienda ir a verla por dos motivos: "porque es una película muy divertida, lo que ya debería ser suficiente, y porque aparte está hecha con mucho amor.”

El humorista insiste y bromea con que "la película tiene mucho más aparte de unas risas, tiene mucha sustancia. Además, salgo yo, con lo cual es motivo más que suficiente, porque si no te ríes conmigo, por lo menos te ríes de mí".