El sueño que Diana, una paciente oncológica, ha logrado cumplir gracias a médicos y enfermeros: una sorpresa inesperada
Diana, ingresada en el Hospital Gregorio Marañón, logró asistir al concierto de su cantante favorito en Madrid y conocerlo en persona

Publicado el
2 min lectura
Este sábado, el Movistar Arena de Madrid fue testigo de uno de esos momentos que trascienden la música. No solo por el concierto de Maluma, que colgó el cartel de "no hay entradas", sino por una historia que conmovió a todos los que la conocieron: la de Diana, una joven paciente oncológica del Hospital Gregorio Marañón, que cumplió su mayor sueño.
UN DESEO EN PAUSA
Diana tiene 23 años y lleva más de dos meses ingresada. Fan incondicional del artista colombiano, ella y su hermana habían comprado las entradas desde el verano. Pero su estado de salud –oxígeno, medicación venosa y atención constante– parecía ponerlo todo en pausa.
Aun así, nadie quiso rendirse. Familiares, personal sanitario del Gregorio Marañón, los organizadores del evento e incluso el equipo del programa 'La Tarde' con Pilar García Muñiz se pusieron manos a la obra para hacer posible lo que parecía imposible: que Diana pudiera ir al concierto, aunque fuera en silla de ruedas y acompañada por un enfermero del hospital.
Una noche mágica
Diana no solo disfrutó del concierto, también conoció a Maluma tras el espectáculo. Emilio, el enfermero que la acompañó, fue testigo de ese momento tan especial. “El concierto estuvo fenomenal. Diana aguantó como una jabata, se lo pasó estupendamente. Y luego, cuando conocimos a Maluma, pues fantástico. Súper cercano, súper cariñoso… muchos besos, muchos abrazos con Diana, diciéndole cosas muy bonitas y con una camiseta de regalo, que fue ya el colofón”, relató emocionado.
El poder de la ilusión
La emoción fue tan intensa que tuvo incluso efectos terapéuticos. La doctora Coro Pérez, del equipo de soporte del hospital, explicó que Diana se encontraba notablemente mejor tras esa experiencia: “Seguía sonriendo, alegre, contenta, satisfecha. Necesitando menos medicación para el dolor con este chute de endorfinas que le ha dado conocer a su cantante favorito y poder disfrutar fuera del hospital”.
Pérez destacó además la importancia de atender no solo la salud física, sino también las emociones y deseos de los pacientes: “A veces perdemos un poco de vista lo importante: el bienestar, la emoción, las ilusiones de un paciente. Y esto también cura”. Y añadió: “Desde el equipo de soporte siempre intentamos valorar todas las dimensiones de la persona y hacer posibles sus ilusiones, porque sabemos que eso es terapéutico”.

Todo en 48 horas
Lo más impresionante es que todo se organizó en tiempo récord. Este caso representó un verdadero desafío, ya que se preparó en apenas 48 horas. Aun así, todo salió a la perfección.
La historia de Diana es el ejemplo perfecto de lo que puede pasar cuando la humanidad se alía con la música y la empatía. Fue una noche inolvidable. Para ella. Para su familia. Para el equipo médico. Y también para Maluma, que, según todos los testimonios, “se portó de maravilla”.