Tienes un hijo viviendo en México y un día recibe una llamada. Directamente sin decir quien o quienes son comienzan a insultar, agredir verbalmente como si te estuvieran apuntado con una pistola a través del teléfono. El miedo alanza tal punto que no quiere ni salir de su habitación. La dejan sin comunicación, para no levantar sospechas. Está siendo víctima de un secuestro virtal. 

Mientras tanto estos secuestradores llaman a España, a la familia de la víctima. Y tienen un objetivo claro. Sacarle el mayor dinero posible. Amenazas, extorsiones, llantos como si estuviera su hija tras el teléfono, para pedir 30.000 euros que se les debe entregar en territorio mejicano. Han llegado hasta el final, los padres llaman a la policía, y estos les avisan de que es falso. Casi siempre es mentira. Por desgracia cada vez hay más casos de este estilo en nuestro país. Pero no es la único tipo de secuestro virtual. Uno de los encargados de investigar este tipo de casos en nuestro país es Juan Alcolea, Inspector y Jefe del Equipo Nacional de Negociación de la Policía Nacional. 

 "Si estamos ante un caso similar no debemos dar datos, nombres, ubicación ni dar dinero rápido. Solo llamar a la policía"

En 'La Tarde' hemos hablado con él sobre los diferentes tipos de secuestro virtual: "Secuestro procedente de Chile, que son llamadas al azar y luego el secuestro mexicano que requiere un ciudadano español allí en el país. Una vez incomunicado empiezan las llamada intrusivas a la familia en España. En este no se puede localizar a la persona, y la apariencia de secuestro real es mayor". 

Paloma Rodríguez, fue junto a sus padres víctima de un secuestro virtual. Recibieron una llamada procedente de Chile cuando ella se encontraba fuera de casa: "Llamaron a casa de mis padres diciendo que me tenían secuestrada. Entonces salió una chica llorando creyendo que era yo. Lo primero que hicieron mis padres fue llamarme para cerciorarse de si era verdad o no. Justo en ese momento me encontraba en el médico incomunicada. Los "secuestradores" amenazaban a mis padres diciéndoles que me cortarían los dedos y las manos". En este momento su madre llamó a la policía para que cortaron todo contacto de inmediato: "Nos dijeron que era todo mentira, y que no cogiéramos el teléfono". En cuanto Paloma salió del metro y vio todas las llamadas llamó a casa preocupada: "Mi madre estaba llorando, no daba crédito, la dije que no me tenían secuestrada que no pasaba nada. Ellos tienen más de 80 años. Fue una situación horrible". 

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Juan Alcolea y Paloma Rodríguez en 'La Tarde' 

Este tipo de secuestro se realiza desde cárceles chilenas: "Son llamadas totalmente aleatorias, en las que llaman primero al fijo y luego piden el móvil para sacarnos de casa y guiarnos al cajero más cercano a retirar dinero y llevarlo a una oficina de envío de dinero". Una situación cada vez más habitual pero que no son verdad: "Si estamos ante un caso similar no debemos dar datos, nombres, ubicación ni dar dinero rápido. Solo llamar a la policía" aconseja Juan Alcolea en 'La Tarde'