En 2018, Guillermo la Torre, un joven valenciano decidió abandonar la rutina y marcharse a Siargao (una isla filipina). Allí construyó un restaurante. Después de 4 años, el 31 de diciembre esta isla fue arrasada por el tifón Rai que se llevó prácticamente a toda la isla. Este provocó grandes pérdidas materiales y personales. El día 31 la isla quedó completamente destruida" ha asegurado el joven. También ha explicado que no había casas ni se podía andar por la carretera. La isla se quedó sin luz y sin agua.

Tras este tifón se destruyó completamente la isla. Guillermo decidió restaurar su restaurante, ya que no había mercados, ni tiendas, ni comunicaciones. “Quedó todo arrasado, menos los edificios más sólidos”, ha contado el joven en 'La Tarde'. En el restaurante no quedaron suelos, tejados, ni paredes. Sin embargo, las neveras del restaurante estaban llenas de kilos de comida. Decidió comenzar a cocinar “para casi 3.000 personas”, ya que era la única forma de poder aprovechar la comida sin que se destrozase. A posteriori, cuando agotaron los ingredientes, pudo seguir cocinando gracias a la ayuda de amigos y vecinos, según ha explicado de La Torre.

“Con entrecots y vieiras, así comenzamos a cocinar”, ha explicado Guillermo, ya que no había ningún cliente, pero ante esta situación se perseguía el objetivo "de poder subsistir" ha asegurado el joven.

¿Se había avisado previamente sobre la llegada de este tifón? Sí. Es verdad que se había avisado sobre la llegada de tormentas y éstas suelen ser frecuentes, ha asegurado de La Torre.“Pero era inimaginable”. Por ejemplo, del restaurante quedó un 75% de la estructura, ha explicado el joven. Sólo quedó la estructura porque tenía una doble capa de hormigón, sin embargo, "el tejado desapareció, así como la terraza y los accesorios", ha explicado el joven.

En cuanto a los planes de futuro de este joven, sólo tiene pensamientos sobre proyectos de ayuda a la población de la isla. De la Torre ha explicado que es posible que el negocio no se reabra, ya que también tuvieron que hacer frente a la pandemia. Una situación en la que no podía llegar turismo a la isla, además de los problemas que han surgido entre los socios del restaurante.

Actualmente, Guillermo ha fijado su centro de atención sobre la ayuda. Esta ayuda la ha podido brindar gracias a su familia, a los extranjeros de la isla y la ayuda del sector privado, la cual “es mil veces superior a la ayuda dotada del sector público”, ha asegurado el valenciano. Tras esta situación no funcionaban los bancos. Y después gracias al crowdfunding desarrollado en España.