Da igual si eres el mayor o el pequeño, seguro que has discutido millones de veces con tu hermano. ¿Hasta qué punto es normal? En “La Tarde”, la psicóloga clínica, Mónica Rodríguez, ha explicado los motivos de estas discusiones y dónde deben estar los límites de las mismas.

Estos consejos son perfectos para los padres, y muchos de los que tengan hermanos van a trasladarse a su infancia. En muchas ocasiones no comprendemos el comportamiento de nuestros hijos, y uno de los principales problemas que no solemos entender es la rivalidad entre hermanos.

La experta ha calificado la rivalidad como “un proceso adaptativo del crecimiento”. Por ello, todos hemos discutido con un hermano en algún momento, pero ¿por qué ocurre? “Estamos con niños que están en pleno proceso de aprendizaje, su cerebro se está formando, y van probando límites. Quieren saber hasta dónde pueden llegar y hasta dónde pueden hacer”.

“Un 4% de niños y niñas sufren violencia por parte de sus hermanos”

Hay que saber gestionar esta rivalidad, ya que si se mantiene en el tiempo puede llevar al uso de la violencia. Para evitar este tipo de situaciones, los padres deben tener varios factores en cuenta: “Tienen que implantar normas coherentes, que estén adaptadas a sus edades. Y si hay una diversidad en el trato con respecto a cada uno de los hijos por la diferencia de edad, deben entender el porqué”.

El origen de este tipo de rivalidades pueden ser varios, los celos pueden ser uno de ellos. Todos los seres humanos necesitamos atención y calidez, y a partir del momento en el que llega otro ser a casa, esos elementos hay que compartirlos. Los padres no pueden multiplicarse, y en este tipo de situaciones suelen aparecer los celos que más tarde pueden llevar al inicio de una rivalidad. Mónica Rodríguez, destaca la importancia de saber gestionarlos: “Si no sabemos gestionar bien esos celos, sí que se puede crear la visión de un ser malo en vez de un aliado, y ahí nace la rivalidad”.

“Los niños nos copian en todo, y también pueden copiar las hostilidades”

Otro de los motivos que pueden provocar este tipo de rivalidades es el ejemplo que los niños ven en casa. La experta hace referencia a ello: “Puede deberse a que haya un modelo similar en casa, algunos modelos de rivalidad similares, incluso entre los propios padres o los abuelos”.

Uno de los valores fundamentales que hay que tener muy presentes como padres para evitar la rivalidad o los celos es algo que puede parecer obvio, dedicarles tiempo. La experta lo deja claro: “A los niños hay que dedicarles tiempo, hay que ofrecerles tiempo por separado. Además, tenemos que favorecer la empatía, y destacar actitudes positivas, entre ellos”

También hay que destacar un error muy común en muchas familias, dar el papel de padre o madre al hermano mayor. Haciendo esto estamos otorgando autoridad a alguien que no la tiene, y puede generar problemas. Teniendo en cuenta todos estos consejos, deberíamos estar más preparados para gestionar algunas situaciones complicadas entre nuestros hijos.