Hace 25 años, el 30 de enero de 1998, tal día como hoy, morían a manos de ETA el concejal Alberto Jiménez-Becerril y su mujer, Ascensión García. Ambos eran jóvenes, apenas llegaban a los 40 años, y tenían 3 hijos pequeños.

Rogelio era un amigo íntimo de la pareja y confirmaba a COPE que Asunción y Alberto no se separaban nunca, que iban juntos siempre a todos los sitios.

Cuando estaban en uno de los bares a los que iban frecuentemente, dos miembros de la banda terrorista ETA acabaron con sus vidas. Los asesinos querían matar a toda costa a un miembro del PP y escogieron al teniente de alcalde cuando lo vieron en el local.

Ocurrió esa madrugada lluviosa del 30 de enero de 1998. Volvían a su casa de Sevilla después de estar con unos amigos, cuando los asesinos les esperaban escondidos en un portal cercano. Cada uno portaba una pistola. Cada uno de ellos disparó, por la espalda, a Alberto y Ascensión.

Amalia Gómez, secretaria de Estado con Aznar, conocía aquella calle de Don Remondo, donde Alberto y Ascensión perdieron la vida. “Conociendo el sitio, era una ratonera, aunque los hubieran visto no hubieran podido hacer nada”, así lo contaba Amalia.

Los etarras huyeron de ese lugar tras cometer el atentado. Desde los micrófonos de COPE, José Torres Hurtado, delegado del Gobierno en Andalucía, pedía por aquel entonces la colaboración ciudadana para localizarles. “Pido a los ciudadanos de Sevilla Cualquier cosa que viesen en esas calles por esas horas y esa zona, si nos pueden dar información nos puede ayudar”

Las investigaciones de la Policía y la Guardia Civil se pusieron en marcha y dos meses después dieron con ellos. Hoy, los asesinos de Alberto y de Ascensión, siguen en la cárcel.

En La Tarde de Cope hemos hablado con Teresa Jiménez-Becerril, la hermana de Alberto.

“Es un día muy complicado y cada uno lo vive a su manera, yo llevo el dolor por dentro pero considero necesario hablar de ello”, así nos ha contado que está viviendo el día de hoy.

Teresa considera que es necesaria y muy importante la memoria de lo que sucedió aquel día. “Yo creo que el terrorismo mata a uno para aterrorizarnos a todos”, así de claro lo ha afirmado Teresa Jiménez esta tarde.

La hermana de Alberto Jiménez-Becerril ha asegurado que nadie nadie ha pedido perdón y que no lo van a pedir porque “los terroristas de ETA no se arrepienten”.

25 años después seguimos recordando a sus víctimas. Hoy hay varios actos en nombre de Alberto Jiménez-Becerril y Ascensión García, entre ellos una exposición sobre lo que ocurrió aquel fatídico día y que no debemos olvidar.

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