Hasta el grupo español "La Trinca" le dedicó una canción a este fabuloso aparato sanitario. Un aparato que no está pasando por su mejor época. De hecho, en los últimos 10 años, las ventas de bidés han caído un 60%. Por eso, en La Tarde de COPE nos hemos querido preguntar si estamos o no ante la extinción del bidé.

Tras investigar sobre el bidé, hemos encontrado varios datos sobre la historia y los usos que se le dan a este higiénico mobiliario de baño.

Por ejemplo, en España se hizo muy famoso en los años sesenta. Además, hasta hace un año y medio, en Zamora, era obligatorio tener un bidé en casa para obtener la licencia de primera ocupación. Por otro lado, si una casa tiene cuatro habitaciones o más, es obligatorio que al menos haya un bidé.

Bidé significa "pony" o caballito en francés y es que hace referencia a esa postura que coges cuando lo utilizas.

Además, nació en París a finales del siglo XVII y no está claro su origen. Unos dicen que se creó para la higiene íntima femenina. Sin embargo, otros señalan que pudo ser inventado para que los jinetes se aliviaran después de muchas horas montando a caballo, de donde podría venir también su nombre.

Durante la Revolución Francesa su uso se refinó y se utilizaba para el lavado de barbas y bigotes. Era tan imprescindible y personal que incluso Napoleón lo dejó en herencia a su hijo específicamente.

¿La gente sigue poniendo bidé cuando hace una reforma? Nos hemos puesto en contacto con un experto, Eduardo Martínez, que trabaja en una promotora y constructora. Nos ha dicho que él sí que coloca bidés todavía. 

"Han salido opciones alternativas. Unas tapas de WC que vienen con utensilios para sustituir al bidé. Además, tiene un kit, que es como la alcachofa de ducha, que se conecta directamente al inodoro".

Hay distintos precios para los bidés. "Puedes encontrar desde uno de 80 euros hasta algunos de 300 euros, que sirven para lo mismo pero tienen un diseño vanguardista".