Rocío es madrileña y lleva 14 años viviendo en Reino Unido a donde se mudó nada más cumplir 25 años. Dependiendo del día de la semana, Rocío se levanta a las 4 o a las 5 de la mañana. Solo algunos días puede levantarse a las 9. Ella vive en Southampton y es una de las mentes científicas más brillantes del momento. Y sobre todo, echa de menos España. Aquí puedes escuchar su historia:

Escucha a Rocío, española emigrada a Reino Unido:

'Billete solo de ida' es el nombre del episodio del nuevo podcast de COPE ('La gran decisión de su vida'), que ha narrado Pilar Cisneros, copresentadora de 'La Tarde' de COPE. En esta entrega podemos escuchar cómo Rocío teclea con fuerza desde el tren. Pide discreción, prudencia. Escucha la conversación de al lado, acaba de morir Isabel II. Todo el mundo habla de ella. Tras dos horas y media de viaje cada día, llega al King's College, la quinta Universidad más prestigiosa del mundo en su campo. Tiene que dar clase. Es en otro idioma, ante cientos de alumnos. No de cualquier cosa, sus asignaturas son biología molecular y bioinformática.

Ella asegura que van a mejorar el futuro de la humanidad. "Entender las distintas partes que componen una célula. El ARN que se ha hecho famoso gracias a la vacuna. Sobre el asma", son algunos de sus campos de investigación. Cuando el coronavirus paralizó el mundo lo dejó todo. Consiguió llevar robots para hacer PCR a hospitales que lo necesitaban. Rocío, a pesar de todo, es una enamorada de España: "Conocí un montón de gente con talento. Hay muchísimo talento en España, es fantástico", asegura.

Unas prácticas en el CSIC y hasta 2.000 euros de diferencia

A Rocío ella le entristece que no se invierta tanto en nuestro país. Hizo prácticas en el CSIC, ilusionada. No sabía que tendría que marcharse para prosperar en su profesión. "La formación es fantástica", recuerda ella sobre lo que aprendió en España.

Y es que esta fuga de cerebros es un problema que afecta a muchas más personas. La población española residente en el extranjero supera los dos millones. Hay empleos que en España no superan los 3.000 euros al mes, mientras que en países como Alemania se pagan a 5.000 euros mensuales. Son 2.000 euros de diferencia que mantienen a cientos de compatriotas lejos de sus familias.

"Echo de menos a mi familia y amigos, pero he hecho una vida aquí. Es imposible tenerlo todo", asume una Rocío que también cuenta la historia de su hermano. Él hizo un máster en España y antes de terminarlo ya tenía trabajo en Alemania. "¿A quién no le va a gustar vivir en España?", se pregunta. Dos hermanos, dos vidas como las de miles de jóvenes que cuentan con un talento por encima de las necesidades que tiene nuestro país.