

"España no va como un cohete, las grandes cifras y la estadística oficial disimulan, pero no evitan las arrugas reales de nuestro país"
La comunicadora de 'La Tarde' analiza el nivel económico en el que se encuentra España y si el Gobierno puede sacar pecho o no de las cifras económicas
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El gobierno saca pecho de las grandes cifras. Es evidente que la macroeconomía marca una buena tendencia en un país que, no lo olvidemos, se va recuperando del parón total que provocó la pandemia. Pero por debajo de las grandes cifras está la realidad de un país que sigue teniendo un bajo índice de productividad por hora trabajada, que sigue dependiendo en exceso del turismo y que no se ha planteado en serio cambiar su modelo productivo.
La reforma laboral no ha reducido los índices de temporalidad. Sí que ha dado al trabajador una mayor seguridad al estar contratado de manera intermitente, pero en un único trabajo y con la misma empresa. La figura del fijo discontinuo ofrece esa mayor seguridad, que no estabilidad al trabajador, pero deja una fotografía del mercado laboral que no es la real, un maquillaje que podemos decir disimula las arrugas.
Por eso el Informe que viene contando hoy en COPE nuestra compañera Victoria Ballesteros, nos muestra la paradoja de que en ocho provincias españolas haya más personas cobrando el paro que desempleados. Los fijos discontinuos no figuran en la estadística del paro los meses que no están trabajando. Tienen la seguridad de que van a volver a ser contratados por la misma empresa, pero en esos meses sin trabajar cobran la prestación de desempleo, pero técnicamente no figuran como parados. Y en las provincias más vinculadas a trabajos temporales relacionados con la agricultura o con el turismo, se produce precisamente este desajuste: más gente cobrando el desempleo que parados oficiales.
Que se lo digan si no a Walter, que tiene 44 años y trabaja como fijo discontinuo instalando tiendas de campaña.
Hay mucho trabajo temporal en España ligado a los servicios, a la vendimia, a las rebajas, a la campaña también de Navidad, trabajos estacionales que no se plasman en las estadísticas.
Y frente a las grandes cifras, el maquillaje estadístico y el país real, por ejemplo, el mapa de la pobreza en España que se ha publicado hoy y que muestra grandes desigualdades entre el norte y el sur de nuestro país. Las cifras globales han mejorado un poco en el último año, pero siguen siendo escandalosas. 12 millones y medio de españoles están en riesgo de pobreza y algo más de 4 millones están en pobreza severa. Y seguimos a la cola de Europa en pobreza infantil.
El entrenador optimista es aquel que después de cinco goles encajados por su equipo declara: "Estoy contento porque hay mucho margen de mejora". Pues eso, España no va como un cohete. Las grandes cifras y la estadística oficial disimulan, pero no evitan las arrugas reales de nuestro país. Si eres optimista como el entrenador goleado, quédate con que hay mucho, pero mucho margen de mejora.