Desde ayer venimos diciendo que la investidura de Sánchez con Podemos, nacionalistas y la abstención de los independentistas está hecha. En la medida en la que en política las cosas están hechas. Sánchez, con su amigo Macron, ha sufrido un revés en Bruselas. Entre los dos querían vetar a un presidente de la Comisión de los populares europeos, y poner algún representante de la alianza de los liberales, los socialistas y los verdes. Pero Merkel le ha puesto la proa a Sánchez y menuda es Merkel. Sánchez en la rueda de prensa tras el Consejo Europeo que ha ofrecido hace un par de horas se ha dedicado a prepararnos para la investidura ‘frankestein’. Después de hartarse de decir que Podemos no puede entrar el en Gobierno, Sánchez, ha asegurado que Unidas Podemos "tiene todo el derecho a verse representado en el ámbito de la administración pública."

No solo Pablo Iglesias tiene derecho a estar representando en la A.P, todos los españoles tenemos derecho a estar en la AP pública si nos presentamos a unas elecciones. Como los 200.000 profesores que se han presentado hoy a una plaza. ¿Qué quiere decir que P tiene derecho a estar en la AP? ¿Va a convocar unas oposiciones restringidas?

Sánchez, con una gran hipérbole, ha asegurado que el PSOE y Unidas Podemos llevan doce meses gobernando juntos. Hombre, gobernado con Podemos has gobernado muy poquito, Pedro. Luego ha intentado poner ejemplos de los logros obtenidos y la lista se le ha acabado pronto. Sánchez ha recordado que esa colaboración ha tenido como fruto la subida del salario mínimo interprofesional, la universalización de la sanidad pública y un proyecto de Presupuestos que no salieron adelante. Si eso es gobernar juntos…

Por cierto que el Gobierno de Sánchez después de la investidura va a ser un Gobierno que acabe el año con los presupuestos de Rajoy, porque ya no le da tiempo a hacer otros. Los presupuestos de Rajoy son como el Cid, que gana batallas después de muerto. Con Podemos, la cosa está hecha y con el independentismo también. Hoy Celáa ha asegurado que su diálogo está dentro de la Constitución. Es lo mismo que dijo Calvo a principios de febrero cuando Sánchez estaba dispuesto a admitir un relator y una mesa paralela al Congreso.