Así ha sonado esta mañana el traslado del Cristo de Mena, el Cristo de la Buena Muerte, y por eso Novio de la Vida. Ha habido que acortar el traslado por la lluvia que esta mañana caía en Málaga. Un traslado en el que no ha habido, afortunadamente, líderes de partidos políticos, solo una representación institucional. El Cristo de la Buena Muerte, lo es, entre otras cosas, porque inaugura un cambio radical: dar a Dios lo que es de Dios y dar al César lo que es del César.

Estamos en Jueves Santo y estamos en campaña electoral. Posiblemente la que ha sido la peor campaña de nuestra historia. Desde que Sánchez llegara al Gobierno quedó claro que no íbamos a tener ni una radio ni una televisión pública neutral. Como con todos los Gobiernos, pero quizás con él más, RTVE ha estado a su servicio. Y lo ha estado especialmente en las últimas horas, en el lío de los debates. Recordemos lo sucedido en los últimos días. Sánchez no ha querido debatir en un cara a cara con Casado, no quiere darle protagonismo al líder de la oposición. 

Ha hecho lo que él le criticaba a Rajoy. Anunció que debatiría en Antena 3, en un debate a cinco con Vox. Le interesaba dar visibilidad a Vox para movilizar a los indecisos. El debate con Vox en Antena 3, previsto para el martes, no ha sido posible. Y entonces Sánchez dijo que iba a acudir al debate que estaba programado en TVE. Antena 3 mantuvo ayer su debate del martes, aunque no estuviera Sánchez, con Iglesias, Rivera y Casado, que confirmaron.

El martes ya estaba ocupado. Pero esta mañana, siguiendo lo que más le convenía a Sánchez, TVE ha anunciado que el debate a cuatro seía el martes. Lo que supone intenta reventar el debate de Antena 3. Pablo Iglesias, Pablo Casado ha amenazado con no asistir al debate de la televisión pública. Parece que lo que está buscando Sánchez es que no haya ningún debate.

Igual no vemos a Sánchez debatir con nadie. A quién sí hemos escuchado es a Jordi Sánchez, el candidato de Junts per Catalunya ha dado una rueda de prensa por primera vez desde que está encarcelado, lo ha hecho autorizado por la Junta Electoral. Y le ha dejado a Sánchez cuál es el precio que pide por apoyarle: un referéndum. En este momento, según las encuestas, la probabilidad de que Sánchez pueda ser investido sin el apoyo de los independentistas es solo del 35 por ciento.