La foto: "Negro como una noche sin Luna, como un mozo sin esperanza"
Escucha la Foto del Día de Fernando de Haro.

Madrid - Publicado el - Actualizado
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La foto que me ha llamado la atención es, dicen los que saben, una de las mejores fotos de vida salvaje de este año. La ha hecho un francés en un parque natural del este de su país. El fondo es negro, negro como una noche sin Luna, como un mozo sin esperanza. Y sobre esa oscuridad despuntan, una, dos, tres... hasta siete margaritas. Todas ellas borrosas, manchas de dientes blancos y corazones amarillos. Todas las margaritas borrosas menos una que está en primer plano, la flor tiene los pétalos pequeños, son como piños de leche. Y sobre esa margarita tímida y un poco desdentada se ha posado una gran mariposa de alas pálidas. Parece una gran reina con un manto de armiño dispuesta a estar coronada. Sobre el fondo blanco de las las alas algunas marcas oscuras y cuatro círculos colorados, de un rojo oscuro. El manto de la mariposa imita la forma y el color de las cerezas, de las rosas de vino, de crepúsculos apasionados. Todavía no se ha vestido la mariposa como las margaritas, de trigo y de seda, pero todo se andará. La mariposa imita, se esfuerza, intenta parecerse a la flor. Sus gestos son torpes, se le nota el esfuerzo por copiar bien, por no apartarse del modelo. Y no lo consigue, la imitación es así, por muy ensayada que esté, por mucho esfuerzo que se le ponga, por mucha dedicación que tenga, la imitación es siempre algo desmañada, siempre le falta la chispa, la fuerza del original. La mariposa está condenada, siempre que imita los colores de la margarita, a ser algo ortopédica, a no poder crear nada nuevo. La mariposa está condenada a la rigidez, a la falta de libertad de los imitadores, de los discípulos. Solo cambian realmente de color las alas de la mariposa cuando mete su hocicos en el polen, en la sangre de la flor. Cuando la sangre de la margarita empieza a correr por las venas de la mariposa, empieza a tener la libertad y la originalidad de los hijos, las que le faltan a los imitadores.