
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
La foto que me ha llamado la atención la he visto publicada en ABC. Es una foto pequeñita y estrecha, en blanco y negro. La imagen aérea de un terreno devastado, secó y desierto. La tierra de la luna, porque es una imagen de la luna, está hinchada con una especie de burbujas de roca. Es el fondo del cráter Clavius. Dicen ahora que en ese paisaje desencarnado, en el que nunca ha habido un mes de abril en el que las lias en flor mezclaran memoria y deseo ni las raíces se revolvieran para coger fuerza, dicen que en ese paisaje desencarnado hay agua. Yo no veo mas que un pedregal siniestro donde el futuro y las ilusiones pueden encallar. Dicen que entre las rocas, dentro, hay agua. No la veo, pero si lo dicen señores que no conozco pero que saben lo que hablan me fío. Hay agua en la luna, no la veo pero me fío de quien sabe. También yo conozco paisajes devastados, también conozco las tres de la mañana de un noche de insomnio, el más árido momento de una jornada en la que el alba está lejos, también conozco la mano del hijo que se despide, parece que se va para siempre. También conozco yo el sonido terrible del ataud recibiendo la primera tierra. Y me fío. Y se dentro de la negra noche, en la mano que se despide, en la carne querida que se marcha, se que ahí hay agua, se que habrá un mes de abril en el que las lilas en flor volverán a despertar la memoria y el deseo.