La foto: Alfonsito, Alfonso, el hombre que retrató España al principios del siglo XX

La foto que me ha llamado la atención hoy es de Alfonsito, de Alfonso, el hombre que retrató España al principios del siglo XX. Hay una exposición de Alfonso en Madrid. La imagen está tomada en la calle de una ciudad en la que los pocos coches que circulan están tirados por caballos o mulos. En medio de un empedrado con cantos grandes y poco pulidos, empedrado que hace de calzada, dos hombres se han detenido. Uno de ellos lleva botines negros, un abrigo grande de mezcla. Se agacha hacia el otro joven que calza unas alpargatas rusticas y una camisa blanca. Es el mielero. Las alpargatas y la camisa las trae manchadas de trajinar en el campo. El mielero gasta una boina pequeña y lleva sobre los hombros dos alforjas. Huele el mielero al humo de su casa pobre, a las horas del largo camino. Se inclina el mielero sobre dos orzas de barro. Para enseñar su mercancía ha metido una cuchara de palo en una de las ollas y ha levantado el almíbar. Los dos jóvenes, en una mañana fría, miran el chorro de oro dulce que parece casi sólido. La gota de miel cae como un beso largo, como una cascada de dulzura largamente esperada. Adustos y ásperos los jóvenes, uno con la piel toda arañada por las zarzas del campo, por las soledades -la lucha por el pan no deja descanso- el otro con los ojos llenos ya del desencanto, de la prisa y de la falta de inocencia de la ciudad, adustos y ásperos los jóvenes se quedan prendados de la luz dulce que huele a flor de tomillo y de romero. La miel cae despacio y despierta en la mañana fría de una calle inhóspita, en los ojos adustos y ásperos de dos jóvenes, el deseo de una ternura lenta.