Foto del Día: "dos señores basureros que cortan las tinieblas"

La foto que me ha llamado la atención la ha encontrado en internet, en uno de esos muchos diarios de la pandemia y del aislamiento que proliferan en todos los medios. La foto es de Gaumy, un fotógrafo francés que ha sacado la cámara a la ventana para retratar a los dos únicos protagonistas de la noche. La calle está en curva, desierta desde hace horas, desierta desde hace días. La calle es estrecha, está limpia, pocos la usan. A esa calle se abre un portalón que lleva un mes sin gemir, y contraventanas abiertas como si los vecinos tuvieran prisa en que pasara la noche y llegara un alba pronta que disipe los temores, los fantasmas de la vigilia oscura. Porque la noche, la noche en habitaciones con un solo lecho, en alcobas con una sola cama se hace eterna y está uno deseando la llegada del primer clarear como si estuviera esperando que el mundo fuera reconstruido.

En el centro de la calle de la foto hay un camión de la basura y dos basureros vestidos de naranja. Dos señores basureros que cortan las tinieblas. La hora en la que suena el camión de la basura, escuchado desde la cama, oído en ese difícil transito entre la vigilia y el sueño, es la hora de la gran batalla, de la última batalla, de la batalla decisiva.

Es la hora la que de un lado se amontonan regimientos de reproches, de afanes, la memoria de lo no hecho y de lo hecho mal, todo eso de un lado, y del otro el confiado abandono, el agradecimiento por lo más sencillo, lo más evidente, lo más dado por supuesto y lo más sorprende del día: que puede ser un gorrión en el alfeizar, que puede ser tu rostro bonito, que puede ser el jazmín, que puede ser este estar cuando podría no estar. . La hora del camión de la basura es la hora más importante del día. Todo se decide en qué, en quién gana la batalla.