Catalán, agente del Cuerpo Nacional de Policía, campeón olímpico, ganador de la segunda edición de Masterchef Celebrity y embajador de Manos Unidas... todo esto en un cuerpo de 1,92 metros de altura. Seguro que ya sabes de quién te estamos hablando. Efectivamente, él es Saúl Craviotto.

El doble medallista olímpico estuvo de viaje en Mozambique como embajador de Manos Unidas. Entre todas las actividades que hizo en el país africano, su cometido principal era y así se lo indicaba Craviotto a Adolfo Arjona en 'La Noche de COPE' "fui a inaugurar un pabellón donde más de 1.200 niños podrán hacer deporte, jugar al fútbol, al baloncesto, balonmano... en definitiva mejor la calidad de vida de más de 1.200 niños y la verdad que me encantó hacer algo así".

Saúl ha compartido el tiempo que ha estado en Mozambique con algunos de los estudiantes la Escuela de Secundaria Rural y del Internando de la Misión de María Inmaculada de Amatongas, lo que para él ha sido como una cura de humildad y es que él mismo le decía a Arjona que "sobre todo te pone los pies en el suelo. Ves que allí los niños con un balón envuelto de papel son felices y aquí donde vivimos nos quejamos por vicio".

Cuando Adolfo le pregunta por la situación que viven allí los jóvenes, Saúl después de estar en Mozambique lo tiene claro “es bastante más complicado que aquí... las posibilidades de estudiar son más escasas, tienen que ponerse a trabajar en casa, ayudar a sus familias y es que la posibilidad de triunfar en mucho más difícil, pero con todo el esfuerzo que le ponen a las cosas estoy seguro de que llegarán hasta donde se propongan”.

No debemos olvidar que a pesar de ser una persona tan solidaria también es deportista de alto nivel y cuándo Arjona le pregunta cómo compagina todo esto Craviotto le decía que “ahora estoy entrenando con muchas ganas y preparándome para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tengo muchos viajes, pero cuando se acerque más el momento de la competición tendré que dejarlos un poco apartados y centrarme en el deporte”.