Hace tres años sufrió un accidente de moto tan grave que perdió una pierna. Cuando se repuso, se esforzó para conseguir recaudar el dinero necesario para comprar la mejor prótesis del mercado, una pierna biónica que le permite correr, nadar, o ir al gimnasio. Pero tras dos valoraciones, la Dirección General de Policía decidió que Rafael debía jubilarse.

Rafael puso el caso en manos de los tribunales, que le han acabado dando la razón: el Juzgado Central de lo Contencioso-administrativo número 5 de Madrid ha determinado que Rafael volverá a trabajar como policía. “Esperaba que tardase más tiempo, cuando me lo comunicó mi abogada, ni me lo creía. Me emocioné tanto o más que cuando aprobé la oposición”, explicaba Rafael Prieto a Adolfo Arjona en ‘La Noche de COPE’.

Rafel Prieto puso la decisión de jubilarse con 31 años en manos de la Justicia, y ahora ésta le da la razón. Ahora está corriendo el plazo de 15 días para que, en este caso el Estado, pueda presentar recurso. Aunque, Rafel Prieto cree que “no van a recurrir finalmente, algo que sería una magnífica noticia”.

Después de esto, se pone en marcha un proceso por el cual Rafael tendrá que someterse a las pruebas que determinen para qué labores está capacitado. Sin embargo, según el propio Rafel Prieto “se ve capacitado para trabajar en la sala del 091, en una oficina de denuncias, en un equipo de investigación, e incluso para conducir un coche patrulla”.

Rafael Prieto concluía que “gracias a Dios ha tenido todo un final feliz”, que “espera saber pronto si se queda en Lucena o no”, pero que, sobre todo, ha recuperado la sonrisa.