La primera historia documentada de una casa encantada se sitúa a finales del siglo I en Atenas. Un filósofo de la Antigua Roma llamado Atenodoro Cananita, alquiló una vivienda de la que sus anteriores inquilinos salieron corriendo por una presencia que les atemorizaba.

Una noche, mientras el filósofo estaba concentrado escribiendo, comenzó a escuchar el sonido de unas cadenas. Entonces, una figura se le apareció y le guió hasta un punto concreto de la casa. Al día siguiente, Cananita excavó en ese lugar y encontró el cadáver de un hombre que se encontraba atado con grilletes y cadenas.

En este programa de 'La Noche de Arjona', el criminólogo y escritor, Iván Mourin, nos explica qué es exactamente una casa encantada. Se trata de "un edificio en el que puede suceder cualquier fenómeno paranormal. No tienen por qué ser fenómenos negativos", pese a lo que muchos puedan pensar.

"En ocasiones, como si fuera un calco, las casas son capaces de quedarse con momentos en los que la emoción ha sido muy fuerte, tanto positivos como negativos", detalla Mourin.

EL ORIGEN DE LOS FENÓMENOS

Pero, ¿por qué comienzan y desaparecen estos fenómenos?"Hay lugares que se consideran encantados o embrujados en los que, dependiendo de los inquilinos que hayan estado en la casa, no les ha ocurrido nada o les ha ocurrido de todo y esto depende también del grado de escepticismo" porque hay personas que generan un escudo y otras que "tienen una sensibilidad especial que ejerce como una llave que se encarga de abrir una cerradura para dar paso a todos estos fenómenos", explica el criminólogo.

A veces suceden porque hay adolescentes y "están relacionados con temas hormonales". De hecho,que se manifiesten en este periodo de nuestras vidas es algo bastante habitual "y en el momento que pasa esta etapa, cesan", algo que está comprobado científicamente.

Hay quien recurre a médiums sin conseguir acabar con ellos. Realmente "no hay nada efectivo", aunque, "en otras ocasiones, simplemente el hecho de ignorarlo también funciona", cuenta el escritor.

LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

Uno de los fenómenos que más siguen inquietando en la actualidad es el que tiene lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba. Se trata de una figura que pasea por sus largos corredores: la mujer de cabello largo con un camisón blanco de hospital. Alumnos y trabajadores de la facultad siguen lidiando con esta extraña presencia en la actualidad.

El investigador y escritor, José Manuel Morales, nos habla de esta figura que, aseguran, se trata de una mujer con el alma en pena que perdió a su bebé en el parto cuando el edificio era un centro sanitario, y rota de dolor se tiró desde el campanario.

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Cuando el edificio se transformó en una facultad, se encontraron algunos cadáveres y pequeños huesos que podrían pertenecer a bebés y niños. Tal y como explica el investigador, "ese movimiento de huesos que se produjo a mitad de la década de los noventa podría haber sido el detonante para que luego sucedieran todos estos fenómenos".

Todos los testigos coinciden con la descripción de la mujer, "personas que, incluso, no conocían la historia del edificio".

"Cuando haces un mapa de calor del edificio y sitúas dónde se ha producido cada uno de esos fenómenos, la mayoría parece que se acercan a un despacho que, en la actualidad, pertenece a unos profesores, pero que, antiguamente, es donde estaba situada la morgue del hospital", nos revela José Manuel Morales.

El escritor nos relata, además, algunas vivencias de los trabajadores del lugar. Por ejemplo, una persona del equipo de limpieza se quedó encerrada en el interior de una de las habitaciones sin ninguna explicación. O el caso de otra trabajadora que estaba escuchando música en su móvil y que comenzó a oír algunas interferencias. "Voces infantiles que intentaban establecer una conversación con ella. Incluso la llamaban por su nombre".

Otros testigos aseguran que han sentido como una "manita" les pasaba por encima o han visto volar objetos por las clases, como papeleras. Sorprendentes relatos que, a dia de hoy, continúan sin explicación.

Además de los extraños sucesos que tienen lugar en la Facultad de Derecho de Córdoba, hayotros escenarios en nuestro país que se han ganado el título de casas encantadas y que repasamos también en este programa de 'La Noche de Arjona'.

CANTABRIA

Es el caso por ejemplo de una vivienda de un pequeño pueblo de Cantabria a la que se trasladaron un padre y un hijo en el año 2015 y en la que un hombre se suicidó algunos años atrás. Hasta allí se trasladó la reportera de cuarto milenio, Clara Tahoces, para certificar lo que ambos aseguraban.

La casa "estuvo un tiempo abandonada". "Nadie entraba ahí y los que entraban se iban", explica la reportera. Este padre y su hijo, "estando acostados a altas horas de la madrugada, escuchaban como si alguien estuviera andando, merodeando". Es más, si se encontraban en la planta de abajo, escuchaban estos ruidos en la de arriba, "según el escenario cambiaba en función de dónde estuvieran ellos", relata Tahoces.

Estos extraños ruidos provocaron que el vecino de la casa de al lado abandonara su vivienda por miedo a lo que escuchaba detrás de su pared.A diario oía golpes de "martillazos y ruidos muy extraños que no tenían una explicación aparente".

Lo escalofriante de este asunto es que el difunto conocía a los nuevos inquilinos y ellos tenían la certeza de que su antiguo propietario no quería que vivieran en su casa porque se habían enfadado en una partida de cartas.

LOS ANCIANOS DEL GARRAF

En la comarca barcelonesa del Garraf, un matrimonio de ancianos falleció con una diferencia detan solo 6 meses y, desde ese momento, la familia empezó a percibir una presencia que se manifestaba en la vivienda.

El investigador y escritor, Fran Recio, explica en 'La Noche de Arjona' que la señora, que murió después de su marido, vaticinó su fallecimiento. "Comentaba a sus hijos que había soñado con su marido y que se iba a ir".

De hecho, cuando sus hijos fueron a por sus pertenencias, estaba su ropa preparada y unas instrucciones para su funeral. "En una silla se encuentran su ropa y las indicaciones con las que quería que fuera enterrada", detalla el investigador.

Tras el doble fallecimiento, la hija se puso en contacto con Recio ya que "decía que le daba miedo entrar en la que era la casa de sus padres porque notaba que la señora estaba por ahí". Incluso, un día, se encontró con su cama deshecha, algo que el investigador pudo constatar con sus propios ojos.

Lo más sorprendente de esta historia es que la señora siempre tenía la costumbre de hacer una ronda por la casa para comprobar que todo estuviera cerrado correctamente una vez que todos se acostaban. La hija aseguró que, cuando subía a la planta de arriba, escuchaba que el portón de la puerta principal se cerraba. Por ello, el escritor fue una noche a la vivienda para vivir ese momento en primera persona y, efectivamente, una noche, cuando se dirigió a la planta superior "escuché aquel sonido de cómo el portón se cerraba".

LA CASA DE LAS SIETE CHIMENEAS

Otro misterioso lugar que merece mención en este programa de 'La Noche de Arjona' es la sede del Ministerio de Cultura, situada a pocos metros de Gran Vía, en el corazón de Madrid. Dicen que se trata del edificio más misterioso de la capital de España y es conocido como la Casa de las Siete Chimeneas.

En el siglo XVI, estaba habitado por un montero del rey Felipe II y cuentan que la figura de una mujer vestida de blanco recorre su interior.

Dicen que se trata de la hija del montero, Elena, que también era la amante del rey, a la que, aseguran, este mandó asesinar por miedo a que hablara demasiado. Otros afirman que murió de pena por la muerte de su esposo, el capitán Zapata, del que, pese a serle infiel, estaba locamente enamorada. Este era el debate de los mentideros de la zona durante aquella época.

El escritor e investigador, Álvaro Martín, nos revela cuál es la versión de todos los que aseguran ver a Elena. Lo que hace es aparecer "con una antorcha, resignarse, señalar hacia el Alcázar y desaparecer como si estuviera achacando algún tipo de culpa al rey". Así sucede su extraña aparición.

Cuando el edificio se transformó en el Banco de Castilla, se encontró durante la remodelación un cadáver emparedado. Muchos dicen que se trata del cuerpo de Elena, ya que nunca se supo qué pasó con él. "Hay otros autores que afirman que apareció otro esqueleto más", que, aseguran, se trata de su padre, el montero de Felipe II.

Álvaro Martín tuvo el privilegio de entrevistar a un vigilante de seguridad que lo pasó realmente mal en el interior de este edificio y que estuvo trabajando en él durante los años noventa. Él se definía como un negacionista de las historias de fantasmas, hasta que se le apagó la linterna en la Casa de las Siete Chimeneas, una corriente de aire helado le envolvió y avanzó "sin tocar el suelo durante un metro y medio, como si una fuerza invisible lo levantara y lo empujara suavemente hacia delante".

El hombre llamó a su empresa de seguridad esa misma noche y dijo que "no quería pasar una noche más en la Casa de las Siete Chimeneas", un misterio que sigue latente en el corazón de la capital.

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