El día que Stephen King tiró a la basura una de sus grandes obras: "Deberías terminarla"
En "La Noche de Adolfo Arjona" abrimos la enciclopedia oculta de Guillermo Díaz por la página más terrorífica: la que ha escrito Stephen King en la historia de la literatura

El Resplandor, una de las grandes obras de King
Sevilla - Publicado el
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"Ven a jugar con nosotros, Danny... para siempre". Resulta difícil encontrar una escena más terrorífica en la historia del cine. Pero a esas gemelas al fondo del pasillo llamando a Danny no las creó el cine, si no el gran maestro de la literatura. de terror: Stephen King. Un gran escritor que se ha ganado el apelativo de “el maestro del terror”. Y es cierto. Pero limitarlo a eso es como decir que Shakespeare escribía tragedias o que Hitchcock solo filmaba crímenes.
Guillermo Díaz abre su "Enciclopedia oculta" por la página más oscura, la de Stephen King. El escritor no escribe solo sobre el miedo: escribe sobre la vida. Sobre la fragilidad del día a día, sobre el vecino amable que esconde algo oscuro, sobre el trabajo que se derrumba, el hijo que crece y se aleja, la adicción que acecha en silencio. Sus monstruos no viven en castillos góticos, sino en la calle de al lado, en los pasillos del instituto o en una casa cualquiera.

Stephen King
UN JOVEN DE FAMILIA HUMILDE PEGADO A SU MÁQUINA DE ESCRIBIR
Con una máquina de escribir sobre una mesa inestable, una montaña de facturas vencidas y un sueldo escaso como profesor, Stephen King transformó la rutina en leyenda. Lo que comenzó como una afición nocturna se convirtió en una carrera literaria que cambiaría para siempre la cultura popular.
Durante años, King alternó empleos precarios con su vocación de escritor. Hasta que llegó Carrie
Creador de "La enciclopedia oculta"
Antes de ser Stephen King, era simplemente Steve, un joven de familia humilde, criado entre mudanzas y carencias. Su madre, trabajadora incansable, crió sola a sus hijos. Desde joven, King devoraba cómics y relatos de terror.
Y ENTONCES LLEGÓ ELLA
Durante años alternó empleos precarios con su vocación de escritor. Enseñaba literatura en un instituto, corregía exámenes hasta altas horas y escribía de madrugada en un rincón de su modesto apartamento. Enviaba cuentos a revistas, muchas veces sin respuesta. Aun así, no dejaba de intentarlo.
El punto de inflexión llegó con un manuscrito que estuvo a punto de desaparecer. King escribió unas páginas sobre una chica marginada con poderes telequinéticos. No le gustó el resultado. Las arrojó a la basura. Fue Tabitha King, su esposa, quien rescató esas hojas chamuscadas y le dijo: “Esto está muy bien. Deberías terminarlo.” Esa historia se llamaba Carrie.
EL MIEDO PAGARÍA LA HIPOTECA
Cuando Carrie llegó a su editor, King esperaba un pequeño adelanto que les ayudara a pagar las facturas. Un día, sonó el teléfono.
—Steve, tenemos oferta por la novela.
—¿Cuánto? —preguntó él.
—25.000 dólares.
King gritó de alegría.
—No, espera —dijo el editor—. Me has entendido mal. Son 250.000 dólares.
Era 1974. Esa llamada no solo cambió la vida de los King, sino también la historia de la literatura contemporánea. “Acabábamos de salir de pobres”, diría después el escritor. Desde entonces, el miedo pagó la hipoteca.
Carrie y El resplandor: el terror VIVE EN casa
Con Carrie, King reinventó el horror adolescente y fundó su universo: el terror que nace de lo cotidiano. Su siguiente obra, El misterio de Salem’s Lot, partió de una simple pregunta: “¿Y si Drácula se mudara a un pequeño pueblo americano?”
El resultado fue una novela coral sobre un vampiro entre supermercados y porches iluminados, donde el gótico se mezcla con el costumbrismo. El monstruo ya no vive en un castillo, sino en la casa de al lado. Y eso inquieta al lector.
"El Resplandor" de Kubrick es como un Cadillac grande y hermoso sin motor en su interior. Cuando se estrenó, muchas de las críticas no fueron muy favorables. Yo fui uno de esos críticos.
Autor de la novela "El Resplandor"
Luego llegó El resplandor, un relato inspirado en una estancia del autor en el Stanley Hotel, en Colorado, fuera de temporada. Pasillos vacíos, un eco que no se apaga, una atmósfera que devora la cordura. Y el miedo. Otra vez el miedo.
King convirtió ese recuerdo en el Overlook Hotel, escenario de una de las novelas más perturbadoras del siglo XX: un lugar que amplifica las grietas de una familia hasta hacerlas estallar. El alcoholismo, la soledad y la violencia se convierten en los verdaderos fantasmas.
EL AUTOR MÁS VENDIDO DEL PLANETA
Entonces las librerías se llenaron de obras de King. Best sellers que se vendían en pocos días. Eran los años 80 y Stephen King era el autor más vendido del planeta. Christine, Cujo, It, Cementerio de animales, Misery… Cada libro era un fenómeno. Pero el éxito vino acompañado de los excesos.
El propio King ha confesado que apenas recuerda haber escrito Cujo, consumido por el alcohol y las drogas.Aun así, su disciplina era inquebrantable: “Dos mil palabras diarias, sin excusas. Da igual el día, da igual el estado de ánimo.” De esa constancia nacieron personajes inolvidables: un coche celoso (Christine), un perro rabioso (Cujo), una fan obsesiva (Misery).
KUBRICK , EL DIRECTOR QUE CONVIRTIÓ "EL RESPLANDOR" EN UNA PELICULA DE CULTO
Como le ha contado Guillermo Díaz a Adolfo Arjona, el cine amplificó el mito. Stanley Kubrick llevó El resplandor al cine y lo que parecía imposible se hizo realidad. La figura de Stephen King se hizo todavía más grande. ¿Quién no ha recordado alguna vez en plena noche a Jack Nicholson abriendo la puerta a hachazos y gritando “Here’s Johnny!” ?
Aunque King detestó esa versión, la película inmortalizó su universo para millones de espectadores. A pesar del éxito de la película, King dijo: "es como un Cadillac grande y hermoso sin motor en su interior. En ese sentido, cuando se estrenó, muchas de las críticas no fueron muy favorables. Y yo fui uno de esos críticos."

Stanley Kubrick, director de "El Resplandor", basado en una novela de King
"EL TERROR NO NECESITA MONSTRUOS"
Pero su influencia cinematográfica va mucho más allá del terror. Cadena perpetua, Cuenta conmigo y La milla verde —basadas en sus relatos— son tres de las películas más aclamadas de la historia. King demostró así que su talento trascendía el género, capaz de emocionar sin necesidad de monstruos.
Guillermo Díaz apela a otros grandes en "La Noche de Adolfo Arjona". Esos grandes genios a los que se les reconoció demasiado tarde. Como Hitchcock en su tiempo, King es un creador popular que combina entretenimiento y profundidad. La crítica literaria tardará en reconocerlo, pero su huella ya es imborrable.
¿Y SI ESTO TE OCURRIERA A TI?
El estilo de King bebe de muchos maestros: Edgar Allan Poe, Shirley Jackson, Ray Bradbury, Richard Matheson o Lovecraft. Pero él le da un giro de tuerca al terror. Lo que lo hace único es su capacidad para quitar el ornamento barroco del terror clásico y dejarlo desnudo, humano.
Sus relatos buscan la empatía. En cada historia, King hace una pregunta sencilla pero devastadora: “¿Qué pasaría si esto te ocurriera a ti?” Esa cercanía, su oído para el diálogo y su dominio del ritmo narrativo lo han convertido en el gran cuentacuentos del siglo XX.

Stephen King escribía sus primeras obras con una máquina de escribir en un rincón de su apartamento
Además, su obra ha dignificado un género que durante décadas fue visto como literatura menor. Hoy, el terror y la fantasía moderna ocupan un lugar central en las librerías y universidades, en parte gracias a él. Stephen King no inventó el miedo. Lo reconoció. Le dio rostro y nombre. Su éxito no radica en los sustos, sino en la verdad que late debajo: el horror cotidiano de ser humano.
Al final, King nos deja una lección inquietante: El miedo no está en el castillo de un conde ni en una cueva oscura. Está en la rutina, en el pasillo iluminado de casa, en ese teléfono que suena de noche. Tal vez es el tuyo. Que suena mientras lees este reportaje en mitad de la noche. No lo cojas. Por si acaso.