El sueño genera tantos mitos y bulos como tipos de sueño existen. Sin embargo, en lo que no hay duda es en cómo conseguir dormir de nuevo tras varias horas dando vuelta en la cama.

Para empezar, definamos lo que es dormir. De las diecisiete acepciones que recoge la Real Academia Española, nos quedamos con la primera: “hallarse en el estado de reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario”.

EL ESTRÉS Y EL SUEÑO

Cuando dormimos nuestro cuerpo se ‘resetea’ y por ese motivo es una función absolutamente necesaria. Sin embargo, hay hábitos desaconsejables para conciliar un sueño de calidad. Entre ellos, abusar de las bebidas excitantes, dormir siestas superiores a los treinta minutos o no desterrar el estrés de nuestras vidas.

Y es que uno de los grandes males del siglo XXI es el estrés que tiene una influencia directa en nuestra capacidad de dormir y descansar."El estrés que llevamos a nuestras espaldas puede afectarnos a la hora de conciliar el sueño y mantener un descanso nocturno de calidad", explica el doctor José Antonio Trujillo.

Las alteraciones del sueño son un gran problema en las sociedades modernas y en muchos casos se asocia con enfermedades como la diabetes tipo 2, dolencias cardiacas, obesidad y depresión. Cuando las alteraciones se prolongan en el tiempo debemos acudir a especialistas, pero si hablamos de desajustes puntuales no debemos asustarnos.

“En estos casos, si pasados treinta minutos no conseguimos dormir,es mejor levantarse de la cama y leer o ver la televisión evitando contenidos excitantes… no darle importancia a esa alteración puntual”,concluye el doctor Trujillo.

CALIDAD DEL SUEÑO

¿Por qué algunas personas solo necesitan dormir cuatro horas y otras no pueden con su cuerpo si no han descansado ocho o nueve?

En ‘La Noche de Adolfo Arjona’ rompemos uno de los grandes mitos que rodean al sueño.

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“Existe el mito de que todos debemos dormir entre siete y ocho horas, pero depende de muchos factores. Entre ellos un factor muy importante que es la calidad del sueño. Si conseguimos una buena calidad de sueño necesitamos dormir menos horas. Por eso, las personas que tienen una buena calidad de sueño, necesitan dormir menos tiempo”, asegura Iván Egusquiza, psicólogo conductual del Instituto del Sueño de Madrid.

Según este experto, “si maximizamos la calidad de nuestro sueño es posible que con seis horas nos encontramos bastante bien durante todo el día. Sin embargo, si tenemos una vida sedentaria, alteraciones emocionales o análisis clínicos irregulares, puede que la calidad del sueño sea peor y necesitemos más horas”.

EL SECRETO DEL SUEÑO

Egusquiza descubre el gran secreto para conocerse a uno mismo: “Si durante el día nos sentimos somnolientos podemos concluir que estamos durmiendo menos horas de las que necesitamos. Cada persona es un mundo”.

DORMIR SEGÚN LA EDAD

Otro de los grandes mitos que rodean al sueño es que las personas, conformen van cumpliendo años, necesitan dormir menos. “No es que durmamos menos horas conforme envejecemos, sino que el sueño cambia. Se vuelve más frágil y tendemos a despertarnos más por la noche. Por eso, las personas mayores tienden a sentirse somnolientas durante el día y lo recomendable es que eviten dormir esas siestas pequeñas y frecuentes porque se pueden buscar un problema para dormir por la noche” recomienda el psicólogo conductual del Instituto del Sueño de Madrid, Iván Egusquiza.