Cómo afrontar el verano con los niños mientras los padres trabajan

Con más de 70 días de vacaciones por delante, surge la pregunta de qué hacer con los pequeños durante este periodo.

Aunque el debate sobre la duración de las vacaciones escolares es recurrente, la realidad es que para muchos padres esto se convierte en un verdadero inconveniente.

Entre las opciones más comunes se encuentra dejar a los niños al cuidado de los abuelos o inscribirse en campamentos de verano, que ofrecen una amplia variedad de actividades. Los expertos en educación destacan la importancia de mantener ciertas rutinas incluso durante las vacaciones.

Uno de los aspectos clave es el horario de sueño, evitando que los niños se acuesten demasiado tarde de manera constante.

Aunque se pueden hacer excepciones, establecer cierta regularidad contribuye a evitar irritabilidad, dificultades en los cambios de actividad y rabietas.

La pedagoga Ana Roa destaca “que los niños tienen que aburrirse, porque de esa manera se auto motivan, si no se permite que se auto motiven difícilmente van a ser creativos”.

En medio de la frenética vida actual, cultivar el aburrimiento les enseña a apreciar el tiempo libre y a disfrutar del placer de no hacer nada.

Es importante encontrar un equilibrio entre planificar actividades para los niños y permitirles momentos de aburrimiento.

Otro tema que suele generar debate es si los niños deben realizar deberes o actividades de repaso durante el verano para evitar olvidar lo aprendido en el curso escolar.

Hay opiniones encontradas al respecto, tanto entre profesores como entre los propios padres.

Algunos consideran que realizar tareas de repaso, como cuadernillos de verano o repasar conceptos clave, puede ser beneficioso.

Por ejemplo, las tablas de multiplicar son un conocimiento que lleva tiempo adquirir y es común olvidarlas en un periodo de tres meses.

En ‘La Mañana Fin de Semana’, expertos en educación recomiendan dedicar cerca de media hora diaria a estas actividades de repaso para los niños de educación infantil y alrededor de 45 minutos para los demás. Es fundamental aprovechar ese tiempo de manera efectiva. Además, se aconseja limitar el uso de pantallas durante las vacaciones y mantener ciertas rutinas, especialmente en cuanto a los horarios de sueño y comida.

En conclusión, para disfrutar de un verano en armonía con los hijos mientras los padres trabajan, se sugiere mantener rutinas, planificar actividades pero también permitir el aburrimiento, considerar el repaso escolar de forma equilibrada, evitar el exceso de tiempo frente a pantallas y valorar el tiempo libre sin hacer nada.

Cada familia puede adaptar estas recomendaciones según sus necesidades y preferencias, buscando el equilibrio entre el disfrute del verano y el mantenimiento de cierta continuidad educativa.