Rosa tiene 47 años y desde hace un tiempo su vida se ha convertido en un martirio. Padece síndrome de sensibilidad química múltiple. No puede puede salir de casa sin que su cuerpo sufra. Cualquier químico le hace daño. Los síndromes depende de la personas y del grado de afectación, pero son muy variados. Podría decirse que afecta a todo el organismo. A rosa le detectaron la enfermedad hace tres años y le es muy difícil hacer vida normal. Vive aislada y sabiendo que no hay solución.