Este lunes hemos encendido La Linterna desde el Centro Internacional de Excelencia Analítica de Moderna en Madrid, empresa pionera en terapia y vacunas de ARN mensajero, del que empezamos a hablar durante la crisis de la Covid. César Sanz es vicepresidente Medical Affairs de Moderna para Europa, Oriente Medio y África. “Ha sido un viaje intenso desde unos cientos de empleados antes de la pandemia a donde estamos en la actualidad, y todo con los rigores que exige la creación de vacunas”

“La mayoría de gente empezó a oír hablar de Moderna hace dos años pero llevamos trabajando en la tecnología del ARN mensajero desde hace más de una década, de hecho los primeros ensayos clínicos iban dirigidos curiosamente a la gripe pandémica y se remontan a 2015. Ese trabajo previo es lo que permitió que cuando llegase el Sars-Cov 2 la plataforma estuviese lista”, explicaba el vicepresidente de Asuntos Médicos de la compañía.

Pero, ¿qué es el ARN mensajero? “Es una moléculas clave y una de las más frecuentes en nuestro organismo y lo que hace es que la información de los genes se acabe traduciendo en la producción de una serie de proteínas que es lo que hace que pasen cosas en nuestro cuerpo. La diferencia es que, en lugar de hablar del que produce nuestro cuerpo, usamos un ARN mensajero que codifica la proteína espícula del virus Sars-Cov 2 para provocar una respuesta inmune”, aclara.

En qué punto está la vacuna contra el cáncer

Sobre la nueva clínica de Madrid, Sanz explica que “es un esfuerzo global, la compañía va a contar con todos los recursos y en España estamos afortunados de contar con el proceso integral de producción de la vacuna”. “Tenemos 30 programas, dirigidos a distintos tipos de virus, y luego están bacterias, recientemente hemos anunciado el primer programa de desarrollo de una vacuna contra la enfermedad de Lyme”.

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También se ha referido el vicepresidente de Asuntos Médicos a la prometedora vacuna de ARN mensajero contra el cáncer, del que ya se han arrojado resultados: “Los resultados son muy importantes, no sólo por lo que representan para la compañía, sino para los pacientes y la comunidad médica. Hemos visto que en los pacientes la combinación de la vacuna contra el cáncer junto a la inmunoterapia ha prevenido en un 44% que los pacientes tengan recaídas”.

¿El coronavirus ha venido bien para la concienciación? Para Sanz, “el Covid ha sido la gran prueba de fuego para demostrar que la innovación es muy importante, con un tiempo de respuesta tan impresionante. El aprendizaje es que tenemos que seguir invirtiendo. La OMS se está preparando ya para la próxima pandemia que podamos enfrentarnos y otro mensajes muy importante de todo esto ha sido la colaboración”, concluye.