Sonia Silva, de UNICEF en Gaza: "Nunca había visto un dolor y un sufrimiento similar, ver el miedo en los ojos de un niño es algo que no se puede describir"
La jefa de la oficina de la agencia de la ONU en la Franja describe en 'La Linterna' una situación "catastrófica" con miles de niños en riesgo de hambruna

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Mientras en Egipto avanzan las negociaciones para un alto el fuego, la situación en la Franja de Gaza sigue siendo desoladora. En 'La Linterna' de COPE, Ángel Expósito ha hablado con Sonia Silva, jefa de la oficina de UNICEF en Gaza, quien ha ofrecido un testimonio desgarrador desde Deir al-Balah, en el centro del territorio. "La situación que estamos viviendo al día de hoy, no hay palabras para explicar el dolor y el sufrimiento de las familias, que lo han perdido todo", ha afirmado.
Tras dos años en la zona, a la que llegó un mes después del inicio del conflicto, Silva describe un panorama desolador. "Ayer recorría la parte de Jan Yunis y el nivel de destrucción... hay lugares que yo ya no reconozco", ha relatado. Para la trabajadora humanitaria, la crisis ha alcanzado un nivel sin precedentes: "He estado en muchos conflictos y nunca había visto algo similar".
La infancia, la principal víctima
Los niños son las principales víctimas de esta guerra. Según los datos que se manejan, más de 20.000 niños han muerto y más de 40.000 han resultado heridos. Silva ha alertado sobre el creciente riesgo de hambruna, una amenaza que se cierne sobre los más pequeños. "Se espera que para el 2026, si las condiciones siguen como están ahora, serían 132.000 niños menores de 5 años con desnutrición aguda", ha advertido.
La crisis afecta incluso antes de nacer. Las mujeres embarazadas, sometidas a un trauma constante, dan a luz a bebés "con bajo peso o prematuros". Además, la violencia no cesa. "A diario mueren niños por el tema de los bombardeos, que no han parado", ha añadido, sin olvidar las secuelas psicológicas. "Son dos años de vivir en ese constante desplazamiento", ha explicado.
En un niño el miedo en sus ojos, es algo que no se puede describir"
El trauma es visible y profundo. Ver "el miedo en los ojos de un niño es algo que no se puede describir", ha confesado Silva. El personal humanitario, que también es víctima del conflicto, encuentra su motivación en el "compromiso con la niñez y con la humanidad", ya que sin su presencia "la situación pudiera ser peor".
Ayuda insuficiente ante la catástrofe
La entrada de ayuda humanitaria es insuficiente para la magnitud de las necesidades. Silva ha explicado que, tras el fin del último alto el fuego, el flujo se redujo drásticamente. Actualmente entran entre 100 y 150 camiones diarios, una cifra muy lejana a los 600 que llegaban durante la tregua y que no cubre la diversidad de insumos necesarios para salud, alimentación o refugio.

Niños en Gaza
La llegada de la temporada de lluvias agrava la preocupación. Con un 80 % del territorio ocupado y un nivel de destrucción masivo, la población desplazada no tiene condiciones de refugio. "La gente no tiene casas de campaña", ha alertado Silva, recordando que el año pasado "hubo niños que murieron de hipotermia".
La guerra tiene que terminar, el sufrimiento de lo que está pasando en Garza tiene que terminar"
A pesar de la "incertidumbre y desconfianza" generada por los repetidos intentos fallidos de negociación, Silva mantiene un ápice de optimismo y considera que los próximos días son claves. El primer paso, insiste, es detener la violencia. "La guerra tiene que terminar, el sufrimiento de lo que está pasando en Garza tiene que terminar", ha sentenciado.
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