Un hombre que ha estado muy cerca del Papa Francisco en este jueves ha sido Manolo Jiménez, provincial de los salesianos en la zona de Kinshasa, que explica a Ángel Expósito en La Linterna que lo que mas le ha impresionado hasta el momento de la visita del Pontífice ha sido la forma de hablar del país. “Lo que más me ha impresionado es la capacidad del Papa para hablar a la gente de su situación real, cómo ha sido capaz de tocar la realidad que estamos viviendo en el Congo pero con una perspectiva cristiana y con orientación de esperanza”, apunta.

Habla especialmente emocionado de la eucaristía del miércoles y de la cantidad de gente que está siguiendo en la calle a Francisco estos días: “Justamente la eucaristía en la que participamos el miércoles en el estadio fue una experiencia única en el país, con casi 2 millones de personas, pero ya antes de que llegase al aeropuerto la avenida en la que pasó estaba repleta de congoleños esperándole”.

“Esperamos que sea un antes y un después”

Los salesianos de Kinshasa atienden en la provincia a más de 10.000 chicos, donde precisamente señala Manolo que se encuentra la clave para la prosperidad del país: la juventud. “El futuro del país pasa por la educación ética de los jóvenes, cuando salgan de la tendencia a la corrupción y el trapicheo, el Congo va a cambiar”, comenta en COPE.

Algo a lo que espera que contribuya de forma crucial la visita papal: “Esperamos que sea un antes y un después, está hablando con claridad y plasticidad, el ejemplo de la mano con los jóvenes en el estadio, nos ha explicado cómo potenciar nuestra vida de fe para ser signos de esperanza para el pueblo”, subraya. Insiste así en que “es impresionante ver con qué atención la gente lo sigue y esperamos que la palabra de Francisco sea fecunda para un pueblo nuevo”.