Jaime, profesor de Matemáticas, desvela cómo consigue que un niño de un colegio Aragón entienda problemas de nivel de universidad
El youtuber cuenta en La Linterna que ha puesto en marcha un proyecto para ayudar a los niños que aún quedan en localidades de apenas 400 habitantes

Madrid - Publicado el
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En los últimos diez años, Aragón ha sido testigo de un éxodo silencioso pero devastador: cerca de 450.000 menores han abandonado sus pueblos, dejando tras de sí aulas vacías y escuelas cerradas. La despoblación no solo arrastra consigo la pérdida de servicios básicos, sino también el declive de la educación en las zonas rurales, donde el 40% de los municipios lucha contra la falta de conectividad a internet, un obstáculo que limita tanto el aprendizaje como la formación docente.
Sin embargo, en medio de este panorama desolador, surgen iniciativas que combaten el olvido con creatividad y pasión. Una de ellas es el Museo Itinerante de Matemáticas de Aragón (MIMA), un proyecto que, con juegos y máquinas lúdicas, está revolucionando la manera de enseñar esta disciplina en localidades como Miedes de Aragón, un pueblo de apenas 400 habitantes.
Detrás de esta iniciativa está Jaime Madrid, conocido en YouTube como Lemnismath, un profesor y divulgador matemático cuya misión es demostrar que los conceptos más complejos pueden entenderse sin fórmulas ni abstracciones. "Las matemáticas universitarias son mucho más amplias que las que se enseñan en clase, pero se pueden explicar con anécdotas, rompecabezas y hasta canicas", asegura Madrid en una entrevista exclusiva para La Linterna.
la clave para despertar el interés
El proyecto estrella de Madrid y el MIMA es un "ordenador sin electrónica", una máquina construida con bolas de metal y piezas de plástico que simula el funcionamiento de un procesador moderno. "La idea era simplificar problemas que resuelven los ordenadores actuales y crear algo tangible, donde las canicas actúen como bits moviendo interruptores", explica el youtuber. El dispositivo, inspirado en un texto ruso de los años 60, permite a los niños competir contra la máquina en un juego de estrategia: gana quien se quede primero sin canicas. "Así aprenden lógica y patrones, sin necesidad de escribir ni un número en la pizarra", añade.
Esta innovación no solo captura la atención de los más jóvenes, sino que también sorprende a los adultos. "Es como ver las tripas de un ordenador a cámara lenta", comenta Pedro J. Miana, coordinador del MIMA, quien destaca el éxito de las pruebas piloto en localidades como Tauste y Alcorisa, donde las visitas escolares superaron las 3.000 en solo unos meses.
De YouTuber a maestro rural: la historia de Lemnismath
Jaime Madrid no siempre fue un referente en divulgación matemática. Su curiosidad lo llevó a explorar libros avanzados durante su adolescencia, incluso cuando no los entendía del todo. "Encontré ideas hermosas que no se enseñaban en clase, y quise compartirlas", recuerda. Hoy, con más de 500.000 seguidores en redes sociales, su canal es un puente entre las matemáticas académicas y el público general.

Niños utilizan tablets en clase
Su colaboración con el MIMA surgió de una filosofía común: "Ambos creemos en enseñar a través del juego y la manipulación. Cuando me propusieron unir fuerzas, no lo dudé", confiesa. El museo, que combina módulos interactivos, desde puentes de Leonardo da Vinci hasta programas de superficies algebraicas, ha logrado algo inusual: que niños de primaria resuelvan problemas de nivel universitario.
Educación contra la despoblación
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El MIMA no solo enseña matemáticas; también genera un impacto económico indirecto en los pueblos que visita. "Formamos a monitores locales, enriquecemos la oferta turística y atraemos a colegios de toda la región", explica Miana. Además, el proyecto incluye charlas divulgativas para ayuntamientos, impartidas por investigadores del Instituto Universitario de Matemáticas y Aplicaciones (IUMA), que buscan acercar la ciencia a la población adulta.
Para Madrid, iniciativas como esta son vitales en la lucha contra la despoblación: "La educación rural no tiene por qué ser de segunda categoría. Si un niño de un pueblo remoto entiende lógica booleana con canicas, ¿qué más podría lograr con los recursos adecuados?".
El futuro: itinerancia y legado
Tras su paso por Miedes de Aragón, el MIMA recorrerá otros municipios durante el curso 2025-26, con una estancia mínima de seis semanas en cada localidad para asegurar que todos los colegios de la zona puedan visitarlo 6. Mientras, Jaime Madrid sigue trabajando en nuevos proyectos, como una serie de vídeos que explican teoría de números con juegos de cartas. "El objetivo es que nadie vuelva a decir 'las mates son aburrid'", concluye.
En un mundo donde la brecha entre lo urbano y lo rural se amplía, historias como la de Madrid y el MIMA recuerdan que la innovación educativa puede florecer incluso en los lugares más inesperados. Y quizá, como él mismo dice, "la próxima mente brillante de las matemáticas esté hoy en un pueblo de Aragón, jugando con canicas".