"El Gringo", el amigo del Papa en Buenos Aires: "Me pagó la casa y me enseñó que todo llega"
Repasando los orígenes del Papa en Buenos Aires, nos encontramos con la historia de "El Gringo", un humilde ciudadano que quedó muy marcado por su amistad con Jorge Mario Bergoglio

El Gringo, con Ángel Expósito
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Seguimos descubriendo historias memorables del pasado del Papa Francisco. En su viaje a Buenos Aires, Ángel Expósito conoce a "El Gringo", un ciudadano que vivió de primera mano cómo "el Padre Jorge" se iba abriendo camino para convertirse en "el Papa Francisco".
ESCUCHA EL TEMA DEL DÍA COMPLETO

La huella de Bergoglio en Buenos Aires
UNA VIDA EN UNA PEQUEÑA CASA HECHA DE CHAPA
Las campanas de la parroquia llaman a misa, Expósito está siendo guiado por el padre Tonga, pero antes de acudir a la Iglesia, este le dice que tiene que presentarle a una persona muy especial. Ambos se dirigen a una pequeña casa hecha de chapa, con un cartel en la puerta en el que pone "Cáritas Farmacia".
De repente, aparece El Gringo. "Un tipo con una camiseta roja, pelo corto y gafas", describe Expósito. Este le sonríe y le hace pasar a su casa, y lo primero que le enseña es un conjunto de fotos de un joven obispo llamado Jorge Mario Bergoglio.

Misa del padre Tonga en Ciudad Oculta
"EL PADRE JORGE"
"Nunca esperaba a que fuéramos a buscarlo, y siempre venía en transporte público". Así explica "El Gringo" cómo eran las actuaciones de Bergoglio en Buenos Aires. "Era el Padre Jorge", asegura. "Hablaba mucho, era un gran escuchante".
Este ciudadano de Buenos Aires asegura que el Papa fue elegido como "el verdadero pastor", y que no ha cambiado nada, desde sus inicios hasta recoger el testigo de San Pedro. "Estaba siempre con la gente"
lA PREMONICIÓN DE "EL GRINGO" y SU RELACIÓN CON BERGOGLIO
"Tengo una anécdota", le dice "El Gringo" a Ángel Expósito. "Hace 30 años, le decía que le harían Papa solo por el hecho de estar con nosotros". Fue un verdadero profeta, "El Gringo", aunque este reconoce, con una sonrisa, que llegó a decírselo a muchos curas.
"No he vuelto a hablar con él", reconoce "El Gringo", pero aún así sabe que no ha perdido un amigo, sino que la distancia evidente por la situación provoca el distanciamiento entre relaciones interpersonales, como es lógico

Fotografía antigua de Bergoglio en la Villa Oculta de Buenos Aires
la enseñanza eterna del padre jorge
Se trata de una de las zonas más humildes de toda la capital de Argentina, con lo que asumimos que "El Gringo" no ha tenido una vida fácil. El Padre Jorge les daba consejos, tanto a él como a sus vecinos.
"Me enseñó a tener la paciencia y que todo nos va a llegar... todavía voy a llorar", explica "El Gringo". "Siempre me repitió que no me rindiera". Les animaba a luchar, a pelear y a estar unidos. "Tenía razón"

El Gringo, con Ángel Expósito
LA CASA DE "EL GRINGO": "LA JORGELINA"
Antes de despedirse de Ángel Expósito, "El Gringo" nos cuenta como consiguió levantar su casa. "Me dio el dinero para comprar un terreno donde hacerme mi casa". Debería llamarse "La Jorgelina", asegura el argentino. "Es de las pocas casas de chapa que todavía quedan".
Hemos conocido la historia de "El Gringo", que nos ha contado como fue el proceso del Papa, en su transición de Padre Jorge a Papa Francisco. Y no solo eso, sino que nos ha demostrado que el Santo Padre no ha cambiado su manera de ser a pesar de su ascenso, a parte de la huella que dejó en miles de ciudadanos de Buenos Aires, a los que intentó ayudar de la manera más sincera del mundo