El doctor Esteban Pérez Almeida, médico de COPE, advertía este miércoles en La Linterna de cuáles son los tipos de mujeres que tienen más riesgo de sufrir trombosis, concretamente las que toman algo en concreto. Y es que nos adentramos en julio y dentro de nada se nos viene encima agosto, así que estamos en el momento álgido en cuanto a los desplazamientos se refiere y en donde, en muchas ocasiones, permaneceremos varias horas sentados con el potencial peligro que conlleva para nuestra salud.

Así, Pérez Almeida explica a Expósito que la Trombosis del Viajero no es más que el famoso 'síndrome de la clase turista': “el síndrome de la clase turista es un término que se salió a relucir en los años 90 y todo porque durante esos años se observó un aumento de síntomas de trombosis venosa en los pasajeros que viajaban con frecuencia en avión, realizando viajes de larga duración y sentados en clase turista”, explica el experto médico en COPE.

Como explica el doctor, hoy en día esas trombosis no solo se observa en los usuarios del avión sino que también se pueden dar en aquellas personas que están sentadas durante un periodo de tiempo superior a las 4/5 horas en transportes como el tren, el coche, el autobús o el avión, así que “el término correcto debería de ser el de Trombosis por largos recorridos”.

Por qué se produce la trombosis

Sobre las causas de esa trombosis, explica que “esos coágulos de sangre se suelen formar durante un viaje en las venas profundas de las piernas (aquellas que están debajo de la superficie y no se pueden ver a través de la piel) y se producen porque uno se queda sentado durante un período de tiempo prolongado en un espacio reducido”. Así, mientras más tiempo estés sin moverte, mayor es el riesgo de que se produzca un coágulo de sangre, aclara.

“En muchos casos, los coágulos de sangre se disuelven solos. Sin embargo, se puede producir un grave problema de salud cuando una parte del coágulo desprendido, se desplaza a los pulmones y crea un bloqueo, entonces ya hablamos de embolia pulmonar y puede ser mortal”, advierte el doctor. No obstante, apunta, lo positivo es que hay muchas medidas que puede tomar para proteger la salud aquellos viajeros que tienen un mayor riesgo.

El tipo de mujer que más lo sufre

Pero, ¿quiénes son las personas que se enfrentan ante un mayor riesgo de sufrirlo? “Fundamentalmente los viajeros que están mas expuestos son aquellos que tienen factores de riesgo asociados como obesidad, enfermedades cardíacas como seria el caso de las arritmias o la insuficiencia cardíaca, también los pacientes con cáncer”, explica el doctor médico de COPE.

Pero, concretamente, Pérez Almeida ha querido hacer mención especial al sexo femenino y “llamar la atención” a un grupo concreto de mujeres: “Las que toman anticonceptivos para dejar claro que también tienen una mayor riesgo de sufrir estas trombosis al igual que las pacientes que están en tratamiento con la terapia hormonal sustitutiva, todo sin olvidar a las que están embarazadas”, apunta. Por todo ello, ¿qué medidas pueden frenar la aparición de esta trombosis?

1) En lo posible intentar escoge asientos con mayor espacio como las salidas de emergencia o pasillo.

2) En segundo lugar recomendar que cada 2 ó 3 horas nos levantemos durante el trayecto para poder ejercitar las piernas y cuando estemos en el asiento es muy útil que movamos los pies y los dedos.

3) En tercer lugar resaltar como es importante evitar cruzar las piernas o sentarnos en posiciones incómodas en las que las piernas queden colgadas de tal forma que se reduzca la circulación de la sangre.

4) El tipo de ropa que llevemos en importante y asi en la vestimenta nos debemos de inclinar por llevar ropa holgada y calzado que no apriete

5) Bebe líquidos para no deshidratarse y intenta olvidarte de las bebidas alcohólicas.

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Los avisos de que podemos sufrir trombosis

Lo primero que ha querido recalcar el doctor sobre los síntomas ha sido que “los principales no sólo aparecen durante el viaje y hemos de dejar claro que en muchísimos casos, también se pueden producir inmediatamente después, aunque también pueden producirse pasados unos días”, explica. Pérez Almeida que los más frecuentes son: sensación de hormigueo, dolor en una extremidad, otro síntoma clásico es es la hinchazón en la pantorrilla o el muslo que se suele acompañar con calor y rojez de la piel, también se puede observar dificultad para caminar.

“Ya más grave sería si el coágulo consigue desplazarse al pulmón en donde provocaría una embolia pulmonar en donde los principales síntomas son: Dolor en el pecho, dificultad para respirar, latidos cardíacos rápidos, mareo o pérdida de conocimiento”.